Año de 2020, presente lo tengo yo, a Felipe de Jesús Cantú y Víctor Fuentes Solís el interés electoral los juntó. Octubre, céntrico hotel de Monterrey, rueda de prensa. Coinciden, aún en el PAN, en estar en contra de Morena y del PRI medinista; abren la puerta a una coalición con Movimiento Ciudadano.

Oficiante del Oráculo, Víctor Fuentes comenta: “Vamos a estar juntos rumbo al 2021, eso que nadie tenga la menor duda. Hemos tenido una relación de muchos años, y el día de hoy fue ir definiendo posturas, acuerdos, en torno a lo que está por venir a Nuevo León y a la ciudad de Monterrey”.

Año 2021, presente lo tengo yo, las exclusiones del PAN los cambió. Felipe de Jesús y Víctor Fuentes dejan al PAN, pero no han dejado de ser panistas. En sentido doctrinario, son más panistas que Fernando Larrazabal, Zeferino Salgado o Raúl Gracia. Lo que los une ahora a Clara Luz es una especie de teoría de conjuntos electoral.

Georg Cantor entendió por conjunto a la agrupación en un todo de objetos bien diferenciados de nuestra intuición o nuestro pensamiento. Desde Santiago Vidaurri, Nuevo León es un caso sui generis para México. A veces los extremos se tocan trágicamente: Eugenio Garza Sada y la Liga Comunista 23 de Septiembre. Y, sin embargo, ahora hay una oferta política de una candidata de centro-izquierda apoyada por morenistas, aliancistas, petistas, verdes, priistas y panistas.

Hemos ido electoralmente del PRI al PAN, del PAN al PRI, luego un PRIAN, también una apuesta independiente con el Bronco. No es ninguna sorpresa que los ahora dueños del PAN se hayan formado en el pragmatismo de las concertacesiones de la época de Carlos Salinas de Gortari. Para Víctor Pérez, Zeferino Salgado, Raúl Gracia y Fernando Larrazabal lo normal es negociar. ¿Y la doctrina? ¿Acaso existe una doctrina? Nunca se lo preguntan.

En la teoría de los conjuntos electoral de Clara Luz Flores Carrales, caben todos. Su oferta no sólo se trata (como el PRI medinista de Adrián de la Garza y Francisco Cienfuegos) de mantener el poder. Administrar robando sin gobernanza es ejercer el poder en contra de los ciudadanos. Es interesante el ejercicio de conjuntos porque predominan las simpatías sociales más que las diferencias ideológicas. Como oferta política para las próximas elecciones: las diferencias integradas hacen LA DIFERENCIA.

En octubre de 2020 este dúo dinámico, reconvertido a Juntos Haremos Historia, aseguró: “Haremos una gran convocatoria de diferentes actores políticos que estamos en contra del régimen de la izquierda de Andrés Manuel López Obrador y quienes estamos en contra de que Rodrigo Medina regrese a la Gubernatura de Nuevo León”.

¿Representa Clara Luz a Andrés Manuel? Sí y no.

Una de las condiciones de Flores Carrales para ser candidata de Morena fue la inclusión, la pluralidad, la diversidad. En Nuevo León no podía ser de otra manera. Así lo entendió el presidente, por eso Tatiana Clouthier no es la candidata, porque no sumaba, restaba. Superado el enfrentamiento de Felipe de Jesús y Víctor contra la 4T a través de Clara Luz, y dado el “suigenerismo” de Nuevo León, los panistas se adhieren a una candidatura ciudadana.

La integración, desde sus diferencias, a la candidatura de Clara Luz les da espacio político a Fuentes y Cantú. Es un duro golpe para Fernando Larrazabal y le restará votos a Adrián de la Garza y a Francisco Cienfuegos. A Felipe de Jesús y a Víctor les convendría recordar la transición de Bernardo Bátiz.

Finalmente, recordemos a Efraín González Luna: “Lo sucio, señores, lo innoble, lo absurdo, es precisamente considerar que no las manos limpias, sino las manos sucias son las que tengan a su cargo la función política (…) El poder político en manos de pillos por falta de ciudadanos”.

Año de 2021, presente lo tengo yo…