La “Tía Tatis” es un invento chilango. En Monterrey o en San Pedro es Tatiana o no es. Tatiana Clouthier. Pero Tatiana no parece querer existir cuando duda entre Sinaloa o Nuevo León para ser candidata a esas gubernaturas. En el fondo, tal vez, no se lo he preguntado, quiera la Presidencia de la República que se le negó al fregón “Maquío”. No le alcanzará, ahí sigue posicionada Claudia Sheinbaum.

Tatiana no va ir por Sinaloa, ahí están los “Ovidios”. Tampoco por la Presidencia. Su lugar es Nuevo León, lo dijo desde que rechazó un puesto en la Segob. Se siente en su ameno libro, muy mal redactado, de sus esfuerzos como coordinadora de la campaña de Andrés Manuel López Obrador.

Loba esteparia, la soledad de Tatiana la desacelera. No va a gobernar Sinaloa, ahí gobiernan otros, pero sí puede gobernar Nuevo León. Loquilla fundamental, le interesa el Estado de Derecho. Es de derecha, pero es derecha. Y, sin embargo, no sabe de mandado porque otras se lo comen. Por eso tiene que decidirse. Sus competidores van arriba, aunque las encuestas encuesten lo contrario.

Después de la rapacidad de Rodrigo Medina y Jaime Rodríguez Calderón, en Nuevo León hay buenos candidatos y candidatas. Como nunca, el abanico se despliega. Peco en adjetivos y en sustantivos. Ildefonso Guajardo (PRI), inmejorable. El Inge Rodríguez (PAN) súper administrativo. Clara Luz Flores (Morena) y lo realmente social. Luis Donaldo Colosio (MC) comprometido. Tatiana (Morena) y los cambios de la 4T versión Nuevo León.

Tatiana tiene que decidirse. La cuenta regresiva va en su contra. No es Sinaloa, es Nuevo León. Algunos abogados aseguran que no puede ser electa. Ya hay jurisprudencia sobre estos casos, como cuando AMLO fue electo en el entonces DF siendo de Tabasco.

Tatiana duda, por eso nunca dice cuál es la residencia de su credencial de elector. No en San Pedro, por supuesto. Aclarando amanece, reza el dicho, a menos que una clara luz la madrugue. ¿Ser o no ser, Tatis?