Cumbre Climática Virtual 

La propuesta de México durante la cumbre climática virtual convocada por el presidente Joe Biden el 22 y 23 de abril será que el gobierno de Estados Unidos apoye el programa de AMLO para plantar árboles en el sur del país y Centroamérica.

López Obrador afirmó que de esta manera se ayudará a conservar la naturaleza, a reducir y ordenar el flujo migratorio hacia el norte.

“Sembrando Vida” es una de los programas sociales consentidos de López Obrador. El Presidente ha dicho que, según sus datos, se han plantado un millón de hectáreas con árboles frutales y maderables y se han apoyado a más de 400,000 personas.

La propuesta de AMLO es que se apoye a los campesinos para que planten árboles durante tres años y que posteriormente esas personas puedan obtener una visa de trabajo por seis meses en Estados Unidos. Y que tres años después, en caso de buen comportamiento, se les permita solicitar la ciudadanía estadounidense.

Hace algunas semanas escribí para SDPNoticias  "Biden invitó a AMLO a la Cumbre", que la cumbre de esta semana tiene como objetivo reactivar un foro de las principales economías del mundo para poner en marcha medidas contra el cambio climático. Además, el evento coincidirá con el anuncio de un objetivo mucho más ambicioso de Estados Unidos para reestructurar su economía a fin de reducir las emisiones derivadas del consumo de carbón, gas natural y petróleo.

El gobierno de México tiene otro punto de vista. Se ha ganado la crítica internacional por su apoyo a la industria petrolera y a la generación de energía eléctrica más contaminante. La visión es anticuada. Dice que no vamos a extraer más petróleo crudo del que necesitamos y que no pasaremos de los dos millones de barriles diarios para no agotar los pozos y que estén disponibles para las próximas generaciones. Eso es sorprendente porque las próximas generaciones seguramente utilizarán otras fuentes de energía mucho más limpias.

Para un martillo todo son clavos

Abraham Kaplan, en 1964, definió su “ley del instrumento” cuando dijo: “si le das a un niño un martillo, le parecerá que todo lo que encuentra necesita un golpe”. Abraham Maslow publicó en 1966 su libro sobre la psicología de la ciencia y ahí escribió lo que se conoce como el martillo de Maslow: “si sólo tienes un martillo, todo parece un clavo”. Hay quienes dicen que es una frase de Mark Twain.

No importa quien haya acuñado la frase, lo relevante es que un martillo de oro puede ser cualquier herramienta, tecnología, paradigma cuyos defensores proponen de manera exagerada. Ellos predicen que resolverá múltiples problemas, incluso aquellos para los que obviamente no es la solución adecuada. Se dice que es de oro porque sería aparentemente muy impresionante, pero prácticamente inútil.

Creo que la analogía se aplica a la forma de pensar de AMLO. Lo único que opera, en su mente, son sus programas preconcebidos y ninguno de sus colaboradores se atreve a contradecirlo. Cuando la única herramienta que tiene es un martillo, todo problema comienza a parecerse a un clavo.

Cuando el Presidente de México llegue a la cumbre virtual sobre cambio climático con su gran propuesta de ampliar su programa “Sembrando Vida” a Centroamérica seguramente levantará las cejas de los otros 40 líderes mundiales que estarán conectados en las pantallas.

¿Qué se piensa de esta cumbre en Estados Unidos y en el mundo?

La mayoría de los estadounidenses continúan pensando que el cambio climático debe abordarse con urgencia. En una encuesta de CBS News de esta semana se destaca que ocho de cada diez están de acuerdo en que Estados Unidos sea parte de la respuesta internacional. La mitad piensa que Estados Unidos debería liderar el esfuerzo.

Mientras que el Presidente de México propone sembrar árboles, los ejecutivos de las principales empresas y los inversionistas internacionales dicen que quieren que los líderes mundiales en la cumbre climática adopten un enfoque unificado, basado en el mercado, para reducir sus emisiones de carbono.

El consenso es que el mundo necesita reducir drásticamente las emisiones globales de gases de efecto invernadero. Pero los gobiernos no deben actuar fragmentada y torpemente, ni afectar el comercio internacional. Quieren compromisos para reducir las emisiones al menos a la mitad para 2030.

Esperan que los 40 líderes invitados por Joe Biden avancen hacia la adopción de soluciones comunes. Lo que se busca es la creación de nuevos mercados de carbono y la expansión de las tecnologías para la captura de carbono.

El mundo va a demandar más energía limpia, no menos, y cualquier objetivo debe reflejar esa realidad y dar cuenta de los importantes avances tecnológicos que serán necesarios para acelerar el ritmo de la reducción de emisiones.

Los sindicatos de Estados Unidos de la AFL-CIO quieren proteger los empleos de Estados Unidos y gravar los productos fabricados en países que tienen regulaciones de emisiones menos onerosas (ojo con la reforma a la Ley de la Industria Eléctrica de México).

Los fabricantes de automóviles están bajo presión para eliminar gradualmente los motores de combustión interna alimentados con gasolina. Pero necesitan facilitar la transición a los vehículos eléctricos con subsidios.

Los mineros apoyan la tecnología de captura de carbono. Ellos saben que en la nueva economía, el litio, el cobre y otros metales serán indispensables para fabricar vehículos eléctricos.

La industria agrícola está buscando programas basados en el mercado que les ayude a reducir sus emisiones, que representan alrededor del 25% del total mundial. El Departamento de Agricultura de Estados Unidos ha sugerido crear un "banco de carbono" que podría pagar a los agricultores por la captura de carbono en sus granjas.

Por su parte, los fondos de inversión necesitan ayudar a estandarizar las reglas contables sobre cómo las empresas informan sobre los riesgos ambientales.

De hecho, se anunció ayer que Estados Unidos utilizará toda la fuerza del Departamento del Tesoro en la formulación de políticas nacionales e internacionales, apalancando las finanzas y la mitigación de riesgos financieros para enfrentar la amenaza del cambio climático. Estas acciones posicionarán a la economía para un crecimiento fuerte y sostenible consistente con un futuro de emisiones netas cero.

El Tesoro se centrará en el financiamiento de la transición climática, la política económica y fiscal, y los riesgos financieros relacionados con el clima. Como parte de esta estrategia, el Tesoro también creó un nuevo Centro Climático y nombró un Consejero Climático para coordinar y dirigir muchos de sus esfuerzos.

Se espera que China, India, Brasil y Rusia redoblen las promesas anteriores de reducir las emisiones. El año pasado, la Unión Europea acordó reducir sus emisiones netas al menos un 55% para 2030 desde los niveles de 1990. Actualmente es la región más ambiciosa entre los grandes emisores.

China prometió el año pasado que su producción de gases de efecto invernadero alcanzaría su punto máximo para 2030, un objetivo que para los grupos ambientalistas es insuficiente.

Estados Unidos está en conversaciones con Japón, Corea del Sur y Canadá para tratar de que se comprometan a reducir las emisiones al menos en un 50% para 2030.

India es el tercer país emisor más grande, después de China y Estados Unidos. Espera que las naciones más desarrolladas asuman la mayor parte de las reducciones globales.

Esto es sólo un ejemplo de la sofisticación a la que se enfrentará la delegación mexicana que participe en la cumbre climática del jueves y viernes próximos. Desafortunadamente, parecería que AMLO llevará solamente su martillo.