El pasado 04 de junio la posibilidad de una fusión entre Grupo Televisa y Iusacell causo un gran alboroto en las redes sociales y no es para menos, una alianza de este tipo representa algo más que la unión de dos empresas.
Emilio Azcárraga Jean, presidente de Grupo Televisa, está dispuesto a hacer lo que sea necesario para poder adquirir el 50 por ciento de las acciones de Iusacell, propiedad de Ricardo Salinas Pliego. Su desesperación debe ser, en gran parte, por la mala imagen que su empresa enfrenta desde que el movimiento #YoSoy132 inició y no crean que el señor Azcárraga pierde el sueño por lo que los mexicanos pensemos de él, su preocupación se debe a que la mala imagen de Televisa puede limitar sus negocios con Univisión, la cadena de televisión de habla hispana más importante en Estados Unidos.
Ante esto la fusión con Iusacell no representa solo importantes ingresos para Azcárraga Jean, sino que asegura la monopolización de la opinión pública, la posibilidad de acaparar e incrementar las tarifas publicitarias y no dar oportunidad a que exista competencia.
Las discusiones entre los ejecutivos de televisa y la Comisión Federal de Competencia han sido intensas y es que, la televisora no está dispuesta a perder la negociación ya establecida con Iusacell, ni a ver frustrados sus planes de comercializar en Univisión la creación de un canal de noticias y la versión latina de Teletón.
Mientras tanto, la moneda está en el aire y la encargada de decidir si dicho negocio se lleva a cabo es la Comisión Federal de Competencia, mientras tanto, Televisa comienza a convertirse en un problema de Estado ya que su poder es tanto que inquieta a diversos niveles de gobierno.
No nos queda mas que esperar el dictamen de la CFC y seguir aguantando los desplantes, abusos y manipulación de Grupo Televisa y su ahora aliado, Ricardo Salinas Pliego.