Puedo hablar, al menos, de lo que sucede en Querétaro. A dos días de que Reporte índigo haya revelado el video que muestra a diputados federales del PAN en plena pachanga con alcohol y teiboleras; las declaraciones del dirigente del CEN del partido no se alejan más de aquellas hechas por su dirigente estatal en Querétaro, José Báez.
Lo que sí es que aún no hay nada dicho. Gustavo Madero, dirigente del Acción Nacional en México, ha sido muy cuidadoso con lo que dice. Cito un tuit que dio a conocer su punto de vista. "Los comportamientos particulares de nuestros militantes no podrán pasar sin consecuencias cuando afecten la imagen y vida de nuestro partido". Dada las circunstancias que rodearon el pequeño mensaje en la red social, cualquiera podría inferir que le espera un castigo -esperemos que severo- a José Alberto Villareal y sus secuaces diputados del PAN, los protagonistas del tan compartido video. Incluso, la página de Facebook del PAN Nacional difundió un audio de Madero, en el que el dos veces dirigente nacional dice que es una "situación que afecta públicamente a nuestro partido".
En un boletín de prensa difundido por el CEN, se explica que será hoy miércoles cuando se den a conocer las acciones que tomará el partido blanquiazul ante el video escándalo que ha sido titular nacional durante los últimos dos días.
Pero tal parece que José Báez, dirigente estatal del partido en Querétaro, no leyó ni el comunicado, ni el Twitter de su patrón Madero, ya que incluso después de que Villareal pidiera una disculpa pública, insiste en que tal comportamiento; que seis o siete funcionarios públicos, representantes de la población, renten a 3 mil dólares la noche (Reporte índigo) una casa en la playa y gasten (sabrá Dios cuánto) en contratar mujeres para que los acompañen hasta las sábanas, no afecta la imagen pública del partido. Todo esto, escudándose con el mismo argumento que ha tenido desde el lunes que se difundió el video: corresponde al ámbito privado.
¿El ser funcionario público no implica, desde su mera definición, actuar como tal estando o no dentro de horarios laborales? El representar a la institución perteneciente -en este caso, el partido- dentro y fuera de sus instalaciones o área de trabajo, es algo que se enseña desde los más básicos niveles de educación. Por ejemplo, primarias, secundarias, preparatorias y universidades tienen, siempre, la misma consigna: el alumno representa a la escuela dentro y fuera del salón de clases. Tal parece que a José Báez se le olvidó, ya que, aunque su dirigente nacional ha aceptado -de manera lógica y casi automática- que lo hecho por Villareal y los demás diputados es una situación que afecta la imagen del partido, lo sigue negando.
¿Pero esto por qué importa? Porque con sus irresponsables declaraciones, Báez da rienda suelta para que funcionarios panistas de Querétaro -muchos más responsables que él- hagan lo que quieran, siempre y cuando corresponda al "ámbito privado". En vez de tomar medidas para que situaciones similares no se lleven a cabo en Querétaro -cosa que afectaría, aún más, la imagen del blanquiazul en la entidad-, como reprobar públicamente el actuar de los dipu-tables, Báez continúa defendiendo a diestra y siniestra a José Alberto Villareal y los demás; aunque, siendo dirigente estatal, no tenga ni 'vela en el entierro'.
De igual forma, las inconsistencias entre las declaraciones que Madero ha hecho y las del dirigente del PAN en Querétaro, reflejan una gran falta de información por parte del PAN estatal.
Por su lado, el homólogo de Báez en Nuevo León, Ciro Gómez, en vez de recalcar que es una situación que no se debe repetir en su administración como dirigente, ha enfocado más su atención en preguntarse quién filtró el video. Algo no muy recomendable siendo que el PAN de Nuevo León es de los más 'golpeados' por el video escándalo. En vez de pensar en cómo hacer para "controlar daños" se ha puesto a parlotear sobre quién (según él, del PRI) fue el que maquinó toda esta batalla de la milenaria "guerra sucia". Cosa, que, de ser cierto, no es lo que debería ocupar la atención del principal panista de Nuevo León.
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