Hoy me encuentro por demás indignada y se los quiero compartir, no comprendo la actitud tan indiferente al respeto que mucha gente toma últimamente.

Creo que cada día estamos peor como sociedad, creo que la cultura y los valores ya muy pocas personas los tenemos.

Por ejemplo: en el municipio de San Francisco del Rincón, en Guanajuato, en 1964 se dio a conocer quizá el suceso más polémico de este municipio, al tener alcance incluso mundial. Cuatro hermanas llamadas “Las poquianchis” mantenían una red de prostitución en este municipio, protegidas por las autoridades locales. Estas mujeres solían ir a pequeños ranchos aledaños al municipio y ofrecer trabajo de sirvientas a mujeres adolescentes, pero al llegar a San Francisco eran obligadas a trabajar en la prostitución; aquélla que se llegara a negar, era simplemente asesinada y enterrada en el patio trasero de la casa-prostíbulo, igualmente las que resultaban embarazadas o con alguna enfermedad. En el año de 1964 fueron descubiertas cuando una de las víctimas escapó y desnuda corrió hasta León Gto., a pedir ayuda a las autoridades de ese municipio pues sabía que las de San Francisco eran cómplices de las famosas poquianchis. Fue entonces cuando la policía estatal e incluso federal intervino, encontrando decenas de cadáveres en bolsas y cajas. Las hermanas fueron condenadas a 40 años de presión y murieron en el reclusorio.

Y se preguntarán por qué les cuento todo esto; Bueno, pues resulta que ayer me llega un invitación de Facebook para dar like al Bar “Las Poquianchis” que se encuentra en la feria del municipio de San Francisco.

Y es aquí en donde viene mi indignación. ¿Hasta dónde llega la ignorancia de algunos jóvenes hoy en día? ¿Cómo pueden llamar las poquianchis a un bar? ¿Qué no saben lo que implica socialmente ese nombre? ¿Qué sus papás no les enseñaron valores? Para mí es indignante, es como si llamaran a una cantina “las muertas de Juárez”, burlarse de sucesos que impliquen violencia, muerte o asesinatos no es nada gracioso.

Y peor aún ¿Cómo es que el municipio, el presidente o el consejo de la feria aprobó ese bar con semejante nombre? Los adolescentes de hoy en día no miden sus actos, no ven más allá de lo que ellos toman como diversión o una broma, creen que los que no celebramos sus bromitas somos unos antipáticos.

Y es que de verdad que no entiendo muchas cosas de la actitud que están tomando algunos mexicanos últimamente, sobre todo los jóvenes. Cada día veo más violencia y eso en verdad me hace entrar en pánico.

No comprendo cómo es que hay personas que no les importa superarse, que creen que para tener un país mejor hay que linchar a los políticos, desearles la muerte, burlarse de asesinatos y todas esas cosas que parece que “están de moda” hoy en día.

Yo no entiendo a estos jóvenes, no sé quiénes sean los que abrieron ese bar y quizá ni quisiera saber quién fue el graciosito que puso ese nombre; no los comprendo a ellos ni a los que van a un evento a lanzar huevazos a los periodistas, que con errores o no merecen respeto. Y tampoco comprendo a todos los twiteros que ayer comenzaron a burlarse del asesinato de José Eduardo Moreira, con chistes baratos, sin fundamentos, sin forma ni fondo.

Esperaría que los padres de familia estuvieran más al pendiente de sus hijos, que los ayuden a ser ciudadanos de bien y que no que les preparen sus tortas para irse a las huelgas en vez de mandarlos a estudiar.

A mí en verdad me deprime ver en lo que nos estamos convirtiendo, en una sociedad sin valores, sin cultura, sin educación, sin conciencia, en una sociedad violenta que tarde o temprano terminarán hundiéndose por ella misma si no comenzamos el cambio de una vez.

Ojalá comencemos a cambiar.