En estos momentos algunos mexicanos marchan manifestando su descontento por la cancelación del Aeropuerto de Texcoco. No construirlo dicen, afectará la economía del país y eso no lo pueden permitir...

Para ellos la construcción de un aeropuerto de primer mundo es indispensable; pero olvidan que México es un país de tercer mundo, que figura siempre entre los más violentos y corruptos de la orbe.

La "magna" obra de Peña Nieto ha sido cancelada y esto ha generado gran indignación. Olvidan que es un negocio millonario que solo beneficia a los empresarios y políticos involucrados.  Que habitantes de Texcoco fueron despojados de sus tierras u obligados a vender a precio ridículos y que estos mismos predios fueron revendidos por los constructores a más de setecientos dólares el metro. No importa tampoco el impacto ecológico ni el altísimo costo que tendría el aeropuerto debido al hundimiento el mantenimiento de dicho aeropuerto. Carece de importancia que sea erigido en una zona pantanosa, en un lugar altamente sísmico. Las obras hechas a base de cristal del arquitecto Norman Foster han presentado problemas: sus bibliotecas tienen goteras, una torre en las Vegas tuvo que ser demolida y el costo de mantenimiento para limpiar sus estructuras son altísimos; por ejemplo el Ayuntamiento de Londres que está forrado de cristal el costo para su limpieza asciende a 3.5 millones de pesos; el nuevo aeropuerto de México tendría cien veces más espacio de cristal ¿cuánto nos hubiera costado su limpieza y mantenimiento?

Los miles de desaparecidos, las fosas clandestinas, los asesinatos, los tráilers que deambularon con más de trescientos cadáveres, los feminicidios, la corrupción, la inseguridad, la impunidad... esas atrocidades no merecen una marcha, una contundente protesta, para ellos es más importante la construcción de un aeropuerto.

Irónico y vergonzoso, sin duda...