Hace algunas semanas fuimos bombardeados en todos los medios de comunicación por la transmisión, resumen, análisis y demás información de los Juegos Olímpicos. Nos emocionamos con la medalla de oro que ganó la selección de futbol de nuestro país, pero también, sufrimos cuando María del Rosario Espinoza fue privada de luchar por la máxima gloria olímpica en su disciplina, tras una controversial patada ante la serbia Milica Mandic. 

Durante ese periodo, todos los aficionados de las diferentes disciplinas olímpicas nos informamos sobre las reglas de cada especialidad, es más, los medios de comunicación, comentaristas y conductores nos explicaban paso a paso en que consistían las pruebas y el motivo de los resultados obtenidos, y no solo eso, algunas cadenas de comunicación se auxiliaron de gente reconocida en las diferentes disciplinas, escuché a Soraya Jiménez explicando sobre halterofilia o levantamiento de pesas, a Nelson Vargas haciendo comentarios sobre natación y a Cynthia Valdez en el deporte de la gimnasia. 

¿Qué es lo que quiero decir? Aparte del atractivo estético que traen consigo los Juegos Olímpicos, el nacionalismo deportivo, la posibilidad de competir, romper marcas y disfrutar observando como existen atletas que van haciéndose más rápidos y fuertes generación tras generación, existe otro fenómeno que se desarrolla y éste es el interés en saber las reglas de las contiendas. 

Durante esas dos semanas que duraron las olimpiadas, nos topamos con “expertos” en casi todos los deportes. Para muchos de nosotros las reglas de algunos deportes, como el basquetbol o el futbol, las tenemos claras, pero para la gran mayoría son desconocidas las reglas del esgrima o la gimnasia artística. No tienen en nuestro país el mismo impacto todas las disciplinas, ni tienen el mismo número de seguidores. Sin embargo, no falta quien realiza un cometario (ya sea positivo o negativo) sobre algún atleta, sin tener el conocimiento de las bases de su disciplina. 

Entonces, ¿de que nos sirven las reglas? Bueno, a los atletas para homogeneizar y plantear un panorama de igualdad de circunstancias en las que competirán, donde la única variante que debe de afectar sea su capacidad, habilidad y destreza en su disciplina. Sin embargo, existe otra razón, que es la certeza de que si comenten alguna infracción en el desarrollo de su competencia, ésta acarreará una sanción determinada. 

Actualmente en nuestro país, hay gran incertidumbre sobre cuales serán los efectos de la elección presidencial del pasado mes de julio. Todos sabemos que existieron irregularidades en el proceso electoral y (con base en éste razonamiento) se demandó que se invalidara la elección presidencial. En ese tenor, el señor Ricardo Monreal realizó el símil entre la “imposición” de Enrique Peña Nieto y un atleta que compite bajo los efectos de enervantes y estimulantes. 

Cosa simpática, días después se anuncia en las noticias que el ciclista francés Lance Armstong ganador de siete veces el Tour de Francia, sería despojado de sus títulos por haber sido obtenidos bajo la influencia de dopantes. La USADA (Agencia Antidopaje de Estados Unidos), se basó en las declaraciones de numerosos testigos que aseguraron que el deportista consumió, EPO, hormonas del crecimiento y testosterona, entre otras sustancias, durante el periodo comprendido entre los años de 1998 y 2005. 

Existe un claro descontento en algunas esferas tras la elección presidencial, pero también existe desconocimiento sobre las reglas del juego electoral. No hay que confundirnos, no dudo que existieron vicios antes y durante el desarrollo de la elección presidencial, no dudo que hubo manipulación de encuestas, ni dudo que hubo compra de votos, pero del afirmar al probar hay mucho trecho y las sanciones que deben acarrear las consecuencias de actos ilícitos, no siempre son la nulidad o la invalidez de los mismos. 

Así como nos informamos y nos informaron en las pasadas Olimpiadas, así debemos informarnos y así nos deben informar sobre todos los aspectos de la política. 

Estimado lector, exijamos a los medios contenidos verídicos sobre lo que esta pasando en nuestro país, no hay que conformarnos con las opiniones de cualquier persona. Así como valoramos los comentarios de los deportistas reconocidos como Soraya Jiménez, Nelson Vargas o Cynthia Valdez en cada una de sus especialidades, así hay que informarnos nosotros, leer las reglas y conocer las consecuencias de los que pase día con día. 

Juntos podemos hacer que la participación ciudadana informada, tenga el peso que debe tener en todas las sociedades democráticas y con ello, exigir a las Autoridades el estricto cumplimiento de la Ley.