Federico Arreola escribía ayer

“Se necesita mucha ingenuidad, y la perdí hace años”/” Andrés Manuel López Obrador, un líder que siempre ha sido pacifista”

Resulta ingenuo el señor Arreola al asegurar fervientemente que por el simple hecho de no arrojar una piedra AMLO es pacifista. Existen infinidad de personajes públicos que nunca cometieron personalmente ni un daño, más sin embargo, la historia los ha catalogado extremadamente violentos.

Tal vez el señor Arreola no recuerda que López Obrador tenía semanas alentando a todos sus simpatizantes a manifestarse en San Lázaro, no los invitaba a que lo acompañaran a él en su mensaje contra la imposición, no, exigía que todos fueran a protestar la toma de posesión. Se le olvida al señor Arreola que durante la campaña presidencial, simpatizantes de  López, agredían, escupían, arrojaban lo que tuvieran en manos a periodistas, candidatos y/o simpatizantes de otros partidos.

Nunca se ha escuchado al señor López Obrador, ni existe registro de audio ni video, que condene los actos violentos cometidos por sus seguidores; más bien, al puro estilo sinvergüenza acusa que los victimados son quienes provocaron a sus huestes.

Claro que es violento López Obrador al ordenar a sus hordas la desobediencia y defender a los violentos buscándoles excusas tales como que las vallas instaladas en San Lázaro fueron las que provocaron el enojo e increparon a la gente a actuar de esa manera; asegurar eso, es como decir que las minifaldas provocan a que las mujeres sean violadas.

En su discurso el 1ero de diciembre condenaba enérgicamente la represión a la que estaban siendo objeto los estudiantes, quienes encapuchados lanzaban vigas enormes, bombas molotov, petardos, piedras con resortera, de todo contra una columna de policías inmóviles, resguardándose con una formación inventada por Alejandro Magno para resistir las lluvias de flechas enemigas, sobre eso AMLO no decía ni una sola palabra, ni siquiera una solicitud de retirada para que esos “estudiantes” no resultaran heridos.

En México bajo el pretexto de los acontecimientos del 68 las turbas revoltosas y rijosas encontraron el mejor pretexto para iniciar sus actos vandálicos, reunirse en masas y corear al unísono “No a la provocación”, escuchar esas palabras en una manifestación es el aviso de que la violencia dará comienzo, violencia por parte precisamente de los manifestantes para posteriormente referir que fueron reprimidos y que fue el gobierno quien infiltró su comitiva.

Hablando de infiltrados, al ver que el vandalismo del sábado pasado no causó la muerte de ningún manifestante, lo cual fue una falla en su estrategia, surgieron hoy lunes las voces de que hubo infiltrados dentro de los manifestantes, se argumenta del pago de 300 pesos, y de un grupo de golpeadores que al estilo de los halcones del 70, portaban ahora guante negro y pantalón caqui; pero los cálculos le siguen saliendo mal a López Obrador y su séquito de fieles ya que, si los vándalos del sábado eran infiltrados, por qué éste desde su micrófono condenaba la represión del gobierno? Si eran infiltrados por qué miembros del Movimiento 132 están apostados desde el domingo exigiendo la liberación de los rijosos? Por qué en Guadalajara si los de MORENA aseguraron que no pertenecían a sus huestes los revoltosos de la FIL, exigen la liberación de los detenidos?

La falta de un muerto les hizo bola el engrudo a quienes desde semanas exigían y alentaban a sus seguidores a protestar y manifestarse en el recinto; a continuación unas fotografías de esos golpeadores, infiltrados que vestían de pantalón caqui y guante negro. 

                      Infiltrado                                        Seguro pensó que tenían frío en los pies

     Dijo a su mamá que jugaría Gotcha          Estos pobres perdieron su guante negro y pantalón caqui

 

 ¿Qué no los encapuchados eran infiltrados? No, cubrían su rostro para mostrar su corazón

Fue el gobierno quien puso piedras en su camino para que se tropezaran

 “Mi ambición llegará hasta donde dicten mis sueños”

El sueño de Andrés Manuel López Obrador es llegar al poder, su ambición, adquirirlo a costa de lo que sea, incluso de la división del pueblo mexicano. 

@ejlodena