Las elecciones intermedias son demasiado importantes para poder tener una aproximación en  prospectiva sobre los comicios que serán en el 2018. No obstante, la codiciada capital es asediada por muchos, desde los panistas con ganas de explotarla hasta los priístas que aún les duele no poder recuperarla y una Morena que va con todo para arrebatarla.

Para poder ocupar la silla capitalina hay que jugar al juego de Andrés Manuel López Obrador, apuntando en las zonas estratégicamente pilares que componen la victoria asegurada.

Sólo basta con ganar tres delegaciones que son las fuentes que sostienen la corona defeña que ha tenido el partido del sol azteca durante casi 20 años y que  frente a otros partidos, que nomás no pueden dar una,  deben apostarlo todo en estas demarcaciones si se quiere gobernar la capital.

Debemos tener en cuenta dos aspectos fundamentales de las delegaciones para entender el por qué es tan importante ganar estas demarcaciones. El primero de ellos es el padrón electoral y el segundo los presupuestos otorgados.

La más importante de ellas es  Iztapalapa con un millón 465 mil 927 inscritos en el padrón electoral y un presupuesto de  3 mil 682 millones 369 mil 148 pesos. López Obrador le apostó todo a los del Frente Popular Francisco Villa Independiente (FPFVI) y la Unión Democrática de Organizaciones Sociales (UDOS)  que de seguro cerrarán filas con Clara Brugada, y si no me creen miren lo que pasó en el caso Juanito. 

Ante el desintegro de las izquierdas y las dinastías Lobo que deciden el destino de la  Gustavo A. Madero, que integra  una lista patronal de un millón 90 mil 817 y con presupuesto de 3 mil 124 millones 663 pesos  que ejerce la ?chapulina? Noria Arias, es el escenario perfecto para el maestro de economía y diputado del Distrito I con licencia, Ramón Jiménez, una paloma que no es del todo blanca.

Por último, la más importante de las menos importantes, un gran pilar que por ser centro y corazón de la ciudad, la Cuauhtémoc, quien cuenta  con 500 mil 072 personas inscritas en el padrón  y que cuenta con un presupuesto de nada menos que de  2 mil 469 millones 488 mil 309 pesos, una pequeña delegación con grandes entradas de dinero. Y bueno, por eso el movimiento que encabeza AMLO se lanzó con Ricardo Monreal, quien se presume disputará la candidatura al gobierno del DF en el 2018 con Martí Batres, la mano derecha del ?Peje?.

Y empiezan a caer.

Se los dije y se los sigo diciendo, en mi columna de la semana pasada ¿Por qué revivir a la SFP y no crear un sistema anticorrupción?, que los que se dicen llamar  la magnífica, gloriosa y poderosa izquierda deben tener cuidado, y de una vez les advierto que si algún chapulín dejó algo pendiente en su administración aseguren bien las llaves de la fuente presupuestal, ¿o no Ángel Aguirre, Jesús Valencia, Marcelo Ebrard, Mario Delgado, A?? Ya ni porque les ayuda el New York Times, Jorge Ramos y El Pulso de la República a tener una carga menos pesada en la opinión pública.