Hace unos días AMLO le pide al gobernador de Sinaloa, producto de la alianza PAN-PRD promovida por los chuchos, que por favor, no lo apoye, y que saque sus (cochinas) manos de la contienda electoral. Será porque se sabe que Malova cuida en Sinaloa los intereses del PRI.

Hace rato que AMLO extendió su patente rechazo por las alianzas panistas. Recomendación que llegó hasta su amigo y colaborador Gabino Cué, a quien instó para no hacerlo, durante su campaña para gobernador de Oaxaca porque no lo necesitaba. Este no lo escuchó y ahora se encuentra contrarrestando y atrapado entre las fuerzas rastreras de ese partido coludidas con el PRI.  Así mismo observamos que los  gobernadores de esta alianza en Puebla y Guerrero han actuado y se conducen igualito que los gobiernos priistas.

En el Estado de Jalisco, se ha echado a andar el runrún de una alianza del candidato progresista con el PAN. O vamos a decir, que más bien los empresarios tapatíos yunquistas de hueso colorado, lo que hubieran deseado y por ello corrió este falso rumor, es que el señor Enrique Alfaro hubiera sido postulado por el PAN.  Presionan a Alfaro para que se una al PAN para que “actúe como panista”.

Pero no, no es así.  Enrique Alfaro es hombre honesto es hombre de AMLO, no de Josefina.   Sus ideales comulgan con los de AMLO, no con los de Josefina (Dios nos libre).  Habrán de apoyar su candidatura por convicción.

Ansían los señoritos tapatíos que Fernando Guzmán, candidato a gobernador por el PAN, desista a favor de a Enrique Alfaro.  Si esto sucediera entonces sí ganaría el PRI. 

Cuidado con los espejismos, cuidado con el yunque cuyos intereses de ultra derecha sin duda y en el fondo promueven la permanencia del status quo.

Desde luego que aquellos en verdad decepcionados de tanta mierda e imparable terror que han regado por el territorio las políticas de Calderón, y realmente desean que no vuelva el PRI, lo único que deben hacer es dar su voto útil a Enrique  Alfaro, el candidato de la izquierda. Y deben hacerlo, reitero, por convicción.  Porque ya gobernó Alfaro y lo hizo con sorprendente eficacia, a satisfacción del sector empresarial, de la gente más necesitada de Tlajomulco.

Por ello, y a pesar de que el PRD no lo postula, AMLO avala a Alfaro de Movimiento Ciudadano, como candidato a gobernador por la coalición progresista que representa. Y no avaló, al candidato que por su lado decidió postular el PRD.

Que escoja Jalisco a Enrique Alfaro mirando de frente y sin residuos del bagaje que antes  acarreaban realmente pesado como un yunque. Liberémonos de este peso.

Que sepan los panistas y priistas de las altas esferas, que emitan su voto útil por Alfaro, que las cosas cambiarán, que no existirán privilegios para nadie, ni contubernios preferenciales de ningún tipo, ni nada de lo que acostumbraban hacer y proceder con histórica naturalidad en el pasado