“La violencia no se combate con violencia.”  

Claudia Sheinbaum

“No me cuidan, me violan.”  

Grito popular

10 mujeres son asesinadas —en promedio— al día en nuestro país. 229 días transcurridos de 2019 (contando hoy, 17 de agosto), suman 2,290 mujeres asesinadas en México. 23,0000 niños huérfanos en estos últimos 10 años (2008-2018), son otro trágico resultado que se adiciona al terrible cementerio causado por los feminicidios perpetrados en ese periodo.

Ante estos niveles de violencia que, literal, nos están matando, grupos de mujeres tomaron las calles de diferentes estados y de la Ciudad de México para exigir un alto a la violencia.

No fue la primera marcha para exigir seguridad por y para las mujeres. Aunque sí la primera con violencia ejercida contra los bienes inmuebles de la Ciudad y contra la figura icónica de cualquier marcha y celebración como es el Ángel de la Independencia.

 

¿infiltrados?

Raro, por decir lo menos, la saña para dañar desde una parada del Metrobus, como la inquina demostrada para pintarrajear la base de la icónica escultura. Extraño, porque la marcha pasada, con las mismas características que esta, en ningún momento desencadenó la violencia.

En esta última marcha, algunos de los mismos grupos tomaron las calles para pedir y exigir que se les cuide, que se termine la matanza diaria, y los miles de muertes e hijos huérfanos.

Ante lo cual solo se puede suponer que hubo infiltrados en los grupos y dichas personas fueron las que causaron los destrozos y, lo peor, izaron interrogantes de la composición de quienes protestan pacíficamente. Eso es poner en peligro a las manifestantes e “invitarlas” a que no regresen a demandar justicia por su vida.

 

Brillantina rosa

Se volverá un símbolo haber aventado brillantina rosa en contra del secretario de seguridad de la Ciudad de México, si bien no lo correcto, tampoco se puede acusar de violencia extrema. Esa fue la protesta de las mujeres ante la impotencia de saber sobre el caso de una chica violada por la policía.

Antecedente que vuelve poco probable las pintas y desmanes sufridos en la Cd. de México por contingentes que solicitan ser cuidadas.

 

Matar dos pájaros de un solo tiro

¿A quién conviene generar este tipo de violencia en una marcha pacífica en la capital del país? ¿Quién resulta ganador de una situación, donde las mujeres ya no querrán ir a marchar y la jefa de gobierno también queda mal? En pocas palabras, fastidiar una manifestación justificadísima e incitar a la violencia. La cual podía haber sido respondida por las fuerzas de seguridad en cualquier momento y, sí, brete por descontado, para la policía de la Ciudad hubiera sido muy complicado detener a los implicados sin lastimar a una pacífica participante o bien, ser provocados y tener videos que demostraran su conducta.

Con esta acción se hubieran terminado (o apagado) las manifestaciones y se culparía al gobierno encabezado por Claudia de haber terminado la marcha usando la violencia.

Afortunadamente, a algunos de los provocadores, se les pudo agarrar terminando la marcha. Desafortunadamente, el daño está hecho. Al grado que uno de los Trending Topics en Twitter fue: “Ellas no me representan”. Y, no, quienes mancharon la protesta pacífica no nos representan. Nos representan la mayoría que exige sin violentar. La brillantina no brilla cuando hay violencia de por medio.

Claudia Sheinbaum

Sin lugar a dudas, en el caso de la violencia ejercida contra las mujeres, Claudia Sheinbaum tiene un compromiso especial desde su posición de jefa de gobierno y como mujer.

Demostró en los eventos mano firme en guante de seda, al detener a los instigadores ya lejos de las manifestantes pacíficas.

Por supuesto que esta actitud deberá mantenerse y mejorarse. Para aprehender a los malhechores antes de que vulneren la integridad de las mujeres. Será la forma en que Sheinbaum retome la Ciudad y frene una violencia rampante que continúa haciendo estragos, que se miden en vidas.

 

Desconfianza que envilece

Existe la cultura de la desconfianza. No se confía en nadie. Los resultados saltan a la vista, qué mejor forma de destruir una manifestación que ingresar a porros y con ello, sembrar mayor desconfianza. ¡Cuidado!, por ese tipo de maquinaciones se han visto beneficiados grupos políticos de distinto signo. ¿Quién está utilizando estas tácticas para fastidiar a la ciudadanía y con dedicatoria para Claudia?

La desconfianza sembrada perjudicará a todas las partes y a quienes nada tienen que ver. Sheinbaum deberá desarticular grupos que en algún momento participaron. Estas catervas aún no se han dado cuenta de cómo envilecieron con sus acciones a la Ciudad y con sus intromisiones a cualquier manifestante.

En ese sentido, la jefa de gobierno, si bien no usará violencia contra violencia, ya demostró que puede aprehender a los violentos. Lo seguirá haciendo, ojalá dentro de poco pueda marchar con todas las demás mujeres. Compartiendo las calles de la Ciudad de México sin miedo. Donde se cambie el “No me cuidan me violan” por un “Me cuidan y paseo tranquila”.