Personalmente, me gusta como escribe Álvaro Cueva. Considero además que la colaboración que realizó en la obra Las telenovelas en México: Nuestras íntimas entrañas, es una referencia obligada para todo aquel que realice una crítica a los culebrones mexicanos. 

En más de una ocasión, he sorprendido a propios y extraños opinando sobre tal o cual programa “¿no que no ves tele?” me preguntan, “no, pero leo a Alvaro Cueva”. La anécdota es pertinente porque resume, creo, mi opinión y respeto por el trabajo que realiza el columnista de Milenio Diario. 

Ayer, leí su artículo Si no gana AMLO, guerra[i]. 

Por supuesto, lo primero que me desconcertó fue la generalización que realiza de todo un sector que representa una forma diferente de hacer política y que él denomina Las izquierdas.   

Discrepo ahora con el autor, porque el asunto de la compra-venta de votos a todos concierne, no solamente a las izquierdas. En ese orden de ideas, los priistas deberían ser los primeros interesados en que se aclare el asunto, pero lo único que hemos visto hasta ahora es la declaración un día sí y otro también de que AMLO y sus seguidores (¿serán esas las izquierdas a las que se refiere el señor Cueva?) están en contra de la democracia en México. 

No todos los que protestan y exigen la limpieza del proceso electoral, votaron por el señor Andrés Manuel López Obrador, eso es un hecho ¿y a ellos también los considera parte de las izquierdas o constituyen un capítulo aparte?

La falta de limpieza en el proceso electoral va más allá del señor Andrés Manuel López Obrador. No puede haber democracia alguna con medios de comunicación que manipulan encuestas, con columnistas ad hoc al poder de turno o con aquellos que pretenden poseer y administrar la verdad última los lectores, radioescuchas, televidentes o cibernautas. 

Cuando el señor Cueva afirma que las izquierdas desean un baño de sangre en el país (¿?) está, de hecho, resolviendo un caso: ya tiene autor intelectual, material y modus operandi. 

¿Y no es posible que existan panistas inconformes con el proceso electoral? ¿panizombies? ¿Y priistas en desacuerdo con el modus operandi de la maquinaria electoral de su partido? ¿Priloístas? Si, es ridículo. Los estereotipos y las etiquetas siempre lo son. 

Ellos no encajan en la generalización que el señor Cueva realiza en su artículo, tal vez porque él ya decidió que de lo que se trata no es del conflicto postelectoral, sino de la figura del señor Andrés Manuel López Obrador. 

El disenso, la protesta, la movilización social y la desobediencia civil son condiciones sine qua non de nuestra incipiente democracia. 

Sin embargo, me doy cuenta que para el señor Cueva y otros articulistas, ejercer mi derecho a protestar, a pedir limpieza en el proceso electoral, a exigir que las instituciones cumplan con su trabajo es estar del lado de las Izquierdas, de los malos, de los pejezombies, de los amloístas, de los que insultan, de los que no tienen otro argumento que la ofensa y la descalificación y de los que, además, desean un baño de sangre en nuestro país (¿?)

¿Usted qué opina, estimado lector? 

[i] http://www.milenio.com/cdb/doc/impreso/9157022