Muy al estilo de su hermano Polo GTI, su propia versión hatchback, y del mayorcito y maduro Jetta GLI, la primera diferencia que debemos comprender del Virtus GTS de las imágenes es el aderezo picante del mismo motor 1.4 TSI encontrado en Jetta, Tiguan, Leon, y otros productos del grupo, acoplado a una manual de 6 velocidades o Tiptronic también de 6.

Infotenimiento de última generación con pantalla de 8 pulgadas, cuadro de instrumentos completamente digital, llave inteligente, climatizador automático, faros Full LED, asientos y volante forrados en piel con costuras rojas, rines, estribos y fascias especiales del modelo sin ítems de serie.

Sin embargo, no queda todo ahí pues la suspensión es más corta y rígida, la gestión de la dirección electroasistida ha sufrido un tratamiento más responsivo; asimismo, han sido añadidos frenos de disco trasero, como era de esperarse por las cifras de potencia, más todos los sistemas de seguridad pasiva disponibles: ASR, ESP y asistencia de frenado y colisión frontal. Las ventajas de migrar a la plataforma multiusos MQB-A0 del consorcio, que bien aprovechan Seat, Audi y Skoda para otros autos. Por otro lado, considerando que únicamente se vende una versión Comfortline de Virtus en México, y que con la opción de transmisión automática el costo es de prácticamente 300 mil pesos, el GTS podría sumar unos 55 mil más a la factura; según nuestras cuentas, para redondear en unos 360 mil.

“¿360 mil por un subcompacto? Mejor compro el Jetta”, dirían muchos. Por ello mismo realizaré un análisis breve de dónde, pero sobre todo cómo y con qué, Virtus GTS puede comprenderse en un mercado tan diverso como el de hoy en día.

Bien, aunque es un tema que he aclarado en diversos artículos, no está demás ubicar esta versión GTS a los lectores en el segmento correspondiente. Virtus es un sedán subcompacto, proveniente de su versión hatchback subcompacto Polo y Seat Ibiza. No juega entonces, pues, en la liga de los sedanes compactos deportivos, donde bien rueda el hermano mayor Jetta GLI; tampoco en la de los hot hatches, o hatchbacks deportivos, donde están Golf GTI y R, en la división de los compactos; o Polo y Up GTI en la de los subcompactos.

En realidad, Virtus GTS viene a inaugurar un segmento, al menos en América Latina, donde los autos pequeños con un tercer volumen de cajuela son utilizados, sustancialmente, como herramientas utilitarias de transporte urbana, dados los problemas de movilidad y costos de combustible y mantenimiento. Destacan, además del presente ejemplar de Volkswagen, la llegada al mercado nacional de los nuevos Nissan Versa y Chevrolet Onix, para unírseles a los ya veteranos, pero bien posicionados, Honda City, Kia Río y Mazda 2 Sedán/Toyota Yaris, como los sedanes subcompactos de más alta valía y mejor rendimiento, equipamiento, pero sobre todo seguridad, que el resto de la oferta (léase Beat, Gol, Aveo, etc.). Sin embargo, de los anteriores ninguno ofrece más allá de aditamentos estéticos, en sus topes de versiones y salvo algunos casos, mejoras y puestas a punto orientadas al conductor o a la velocidad. Si es bien recibido, y les puedo garantizar que así será cuando la marca decida comercializarlo en territorio nacional, la contraparte mercantil tendrá que revirar rápidamente. Sería, o debería ser, sumamente interesante que Honda reinterpretara su City con un tratamiento Type S ó R; Nissan su reciente Versa con una versión Nismo ó SR, teniendo disponible el tren motriz de Juke y su Sentra más picante; o Chevrolet su nuevo Onix con equipamiento RS, como ya lo vimos en el Sonic de años atrás; incluso Toyota y Mazda con sus Yaris/2 Sedán para reivindicar sus pretensiones velocistas que abandonaron en los últimos años, salvo el bombazo en conjunto con BMW del bravísimo Supra.

Entonces, ¿por qué?, ¿para qué deseamos los entusiastas versiones deportivas de los aburridos coches que llevan a nuestras hermanas a la universidad, a nuestras madres al supermercado o que llegan por nosotros cada vez que usamos una aplicación de transporte? ¿Por qué?... Porque si llegar a tiempo al Monday Night Football con los amigos, luego de salir tarde de la oficina y dejar las camisas en la tintorería, tanto como un road trip en domingo por alguna exquisita carretera sinuosa de Morelos, es inevitable. Solamente por eso.