Greta Thunberg es una jovencita sueca de apenas 16 años que acaba de ser nominada como candidata al Premio Nobel de la Paz.

Propusimos a Greta Thunberg, dijo el diputado del Congreso de Suecia, Freddy André Ovstegård, “porque si no frenamos el cambio climático, será la principal causa de las guerras, los conflictos y el flujo de refugiados que vendrán".

"Greta Thunberg lanzó un movimiento de masas en el que veo, quizás, la principal contribución a la paz”.

Para entender el alcance de esta nominación, los invito a googlearla y a echarle un ojo en Twitter al Hashtag #FridaysForFuture (viernes por el futuro); donde van a encontrar una increíble crónica del viernes pasado, cuando más de un millón de jóvenes se manifestaron en más de 2,000 ciudades, de 125 países del mundo, incluido México, para protestar por la falta de acción ante el cambio climático.

Emociona ver marchar y hacer sus planteamientos a una generación que exige mucho mayor compromiso tanto a sus mayores, como los líderes del mundo.

El gran catalizador de que este despertar juvenil tomara como bandera la defensa del planeta se llama Greta.

Fue Greta la que hizo el llamado a una “Huelga Mundial de Escolares”, que motivó las manifestaciones del viernes pasado.

Y ha sido Greta quien desde diferentes foros... Foros cada vez más grandes e importantes... Ha hecho reiterados llamados a actuar, diciendo cosas como “No tenemos un planeta B”, o “dices querer a tus  hijos pero les vas a heredar un planeta destruido, que no hiciste nada por salvar”.

Cuando esta aventura comenzó, nadie, incluida la protagonista de la historia, pensaba que duraría más allá de unas cuantas semanas, pero siguió, y siguió, y siguió... Y siguió mucho más de eso, y de pronto Greta aparecía hablando lo mismo en el foro económico de Davos, que en la conferencia climática de la ONU de Katowice, Polonia; la sede de la Unión Europea, o en una Ted Talk, que ha sido vista cientos de miles de veces.

Así, un buen día, inspirada en los alumnos de una escuela de Florida, que fueron víctimas de un atentado en que murieron 17 personas, Greta inició Fridays for Future, un movimiento que ha crecido tan rápido, que en semanas pasó de convocar unas cuantas personas en un muy reducido número de ciudades, al suceso del viernes pasado, una explosión desbordada de euforia juvenil que congregó a un millón de personas en más de 2,000 ciudades, de 125 países.

En Davos, esta niña de largas trenzas doradas y apariencia frágil, dijo a los líderes del mundo; “no quiero que tengan miedo, quiero que tengan pánico”... Y fue a Katewise a llamarlos inmaduros, por no asumir la realidad del deterioro del planeta.

A la sede de la Unión Europea no llegó a pedir... Llegó a exigir y a mostrar la molestia de una generación que espera que sus adultos no destruyan su futuro.

“Hemos empezado a limpiar su desastre y no pararemos hasta terminar de hacerlo”.

"La mayoría de políticos no quiere hablar con nosotros. Está bien, nosotros tampoco queremos hablar con ellos. Queremos que hablen con los científicos, que les escuchen, porque nosotros repetimos lo que llevan diciendo décadas".

Greta Thunberg lleva 30 viernes sin asistir a la escuela mandando un mensaje que crece exponencialmente entre los jóvenes de todo el mundo; “Hay quien dice que somos la esperanza. Que vamos a salvar el mundo. Pero no es cierto, no lo haremos. No hay tiempo para esperar a que crezcamos. Necesitamos actuar ya ante la crisis climática".

Y bueno, también el viernes pasado... Y en la cresta de la ola de la Revolución Greta, la ONU anunció que más de 170 países alcanzaron un acuerdo para “llevar nuestro planeta degradado a un futuro sostenible”.

"El mundo está en una encrucijada, pero hoy hemos elegido el camino a seguir", dijo Siim Kiisler, presidente de la cuarta Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y ministro de Medio Ambiente de Estonia.

“Hemos decidido hacer las cosas de manera diferente. Transformaremos la forma en que vivimos, desde la reducción de nuestra dependencia de los plásticos de un solo uso, hasta la ubicación de la sostenibilidad en el corazón de todo desarrollo futuro. Tenemos las soluciones innovadoras que necesitamos. Ahora debemos adoptar las políticas que nos permitan implementarlas”.

Después de cinco días de negociaciones en la cuarta Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, realizada la semana pasada en Nairobi, Más de 4.700 delegados, incluidos ministros de medio ambiente, científicos, académicos, líderes empresariales y representantes de la sociedad civil, presentaron un plan audaz para esta transformación y acordaron que el mundo necesita acelerar el paso hacia un nuevo modelo de desarrollo para respetar la visión establecida en los Objetivos de Desarrollo Sostenible para 2030. 

Y bueno, ante la duda de lo que puedan hacer los políticos de siempre, quizá habrá que confiar en que Greta y su movimiento se hagan cargo de que este Plan se cumpla.