El Papa Francisco, de nombre Jorge Mario Bergoglio, retó hace unos días a la derecha Republicana y grupos conservadores de Estados Unidos con un discurso compuesto por mensajes más políticos progresistas que de fe. Pronunció durante más de 50 minutos un memorable alegato de 3 mil 361 palabras en el Congreso Norteamericano ante senadores, gabinete y ministros de la Corte. Llamó a no dar nunca la espalda a los migrantes ? refiriéndose a México ?, a adoptar acciones valientes ante el cambio climático, la pena de muerte, a poner un alto a la venta de armas que sólo mueve el dinero, un dinero ? dijo ? manchado de sangre de inocentes. Estos mensajes dejan claro que los asuntos de fe no son lo mismo que las opiniones sociales y políticas. Vamos por partes: 

¿Política vs fe? En 2006 en la revista de Estudios Políticos de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, publicó el artículo ?Las ideas políticas de Juan Pablo II?, del Dr. Enrique Suárez Iñiguez donde explicó la diferencia entre asuntos de fe e ideas políticas y mostró cómo el Papa, a diferencia de lo que opina un sector, fue un pontífice progresista cuyas ideas políticas son compartidas por todo aquel que crea en la dignidad y la libertad humanas, en la democracia y las sociedades abiertas. 

La fe está construida por las creencias religiosas, por la creencia en Dios. Las ideas políticas se refieren al trabajo, la explotación, las clases desprotegidas, el capitalismo, las libertades, la democracia, la riqueza, pobreza, la paz, entre otras. La postura del Papa Francisco con respecto a esos temas ha sido progresista. La interpretación de algunos medios de información en el mundo acerca de su discurso es que defendió la dignidad del hombre y los mejores valores del ser humano. El mensaje de Bergoglio, el primer pontífice en dirigirse a los legisladores de uno de los países más importantes del mundo, incomodó a la mayoría republicana. Durante su discurso el Papa recibió más aplausos de la bancada demócrata que de la republicana. El presidente demócrata Barack Obama no estuvo presente, pero su programa político, presente en el Congreso, recibió la validación del pontífice.

Carisma latinoamericano. El carisma de Bergoglio, primer papa latinoamericano, contribuyó a preparar la narrativa de presentación ante los congresistas como un ?hijo de este gran continente?, un americano más, un inmigrante como los antepasados del más de medio millar de representantes, senadores y personalidades civiles, militares y eclesiásticas que llenaron el hemiciclo del Capitolio de Washington.

El Papa Francisco, primer Papa latinoamericano de la historia, pidió a Estados Unidos que sean fieles a su pasado marcado por la generosidad y solidaridad con los migrantes. Dijo ?la gente de este continente hace tiempo fuimos extranjeros". Puso como ejemplo a seguir a cuatro norteamericanos que dejaron huella, al presidente Abraham Lincoln, a Martin Luther King, al activista social Dorothy Day y al monje Thomas Morton. El Papa citó la situación de los refugiados en Europa y la comparó con la llegada de inmigrantes que llegan de América Latina sin papeles en busca de una vida mejor y de mayores oportunidades. ?¿No es lo que querríamos para nuestros hijos?? ?preguntó ?. 

Pederastia. Desde San Patricio, la catedral en Nueva York, denunció actos de pederastia cometidos por sacerdotes, lo que calificó de una vergüenza. El Papa ratificó su oposición entre otras cosas, a la pena de muerte que se aplica en 31 de los 50 estados de los Estados Unidos. 

El mensaje de la compasión, de la humanidad compartida, reta a la retórica de algunos políticos republicanos que promueven los resentimientos. El más reciente, el republicano Donald Trump quien abiertamente promueve un discurso xenófobo.  Después de analizar la postura política y no dogmática del líder católico, es importante recordar la frase del futbolista inglés Jonathan Walters, ?el liderazgo es una oportunidad de servir; no de lucirse".

*Académico de la FCPyS-UNAM, del Colegio de Consultores 

en Imagen Pública y Consultor Político @gersonmecalco