Don Francisco: Yo no soy troll, chaira o pejezombie. Admiro su trabajo como novelista y disfruto alguna que otra columna de su autoría, sin embargo la que fue publicada el día de hoy en El Universal me impidió hacer mutis.

Para empezar, usted confunde la fortuna de Andrés Manuel López Obrador (que por cierto es bastante escueta) con el gasto que ha realizado su equipo logístico y político desde 2005 en giras, presentaciones, micromítines o megamítines (porque de todo hay). Andrés Manuel no es millonario, gasta mucho, sí, pero no sale de su bolsa ni es para satisfacer lujos personales. El dinero que (ahora) MORENA destina a las giras, recorridos y visitas a poblaciones o municipios sale de la chequera del partido y (me consta) de la cartera de quienes lo apoyan a lo largo y ancho del país.

El dinero para hoteles, comidas y hasta gasolina no sólo sale de dicho partido, también proviene, sin ser ilegal, de acaudalados militantes, personas de clase media convencidas y hasta jornaleros o familias humildes que lo reciben a pie de carretera con cazos de caldo de mariscos o tacos de asada.

Tiene usted todo el derecho de analizar, criticar y hasta despedazar (porque dan ganas) el Proyecto de Nación que recién presentó AMLO y MORENA. Puede usted incluso criticar sus formas y sus recientes y fallidas declaraciones sobre la amnistía a los narcos. Lo que me parece que baja en demasía el nivel de debate es, y cito sus propias palabras, el “voto visceral”.

Ya quisiera la prensa recibir sobornos de López Obrador; los han esperado años. AMLO no repartió “publicidad” durante su paso por el GDF ni en la campaña del 2006, y para prueba el botón de SDPNoticias pues incluso siendo objeto de descalificaciones directas por parte Andrés Manuel, sigue apoyándolo. El colmo: RadioAMLO se corta las venas por el candidato y por años no recibió ni un suspiro a cambio.

Andrés Manuel no fue nunca cercano a Fidel. Por mucho tiempo dirigentes del PT y miembros de su equipo le pidieron en varias ocasiones que fuera la isla a visitar a Castro; siempre se negó. Nosotros ya nos hacíamos en la gira internacional paseando por la Habana y conociendo el Museo de la Revolución con guía privado (ja). No se nos hizo. No, ni una llamadita por teléfono. Si AMLO llama “gigante” a Fidel, es porque se ha estacionado en lecturas del siglo pasado, pero no creo que pretenda seguir sus pasos; para eso tendría que defender más a la infancia y conocer los verdaderos fundamentos del socialismo, pero ese es otro cuento.

Estoy de acuerdo con usted sobre los conocimientos de Andrés Manuel respecto a la política exterior y en especial el TLC, también creo que es alarmante su poco interés por los avances tecnológicos o creer que sacar petróleo es hacer enchiladas, pero, ¿Compararlo con Trump? Me parece que es un tanto desubicado el apunte.

En fin, yo tampoco quisiera gastar tinta (en este caso caracteres) en seguir señalando los errores tremendos que encontré en su columna. Si me permite, le doy el mismo consejo que le daría a Andrés Manuel (si quisiera leer a una “traidora”): menos hígado y más debate. Tiene usted una pluma importante dentro de los medios nacionales e internacionales, no la utilice muy a la ligera.