Me lo presentó Luis Donaldo Colosio, en Chiapas, en 1993. Nunca fue un amigo cercano, pero siempre me trató muy bien. Con cierta frecuencia me enviaba frases del Filósofo de Güémez. Descanse en paz el señor Ramón Durón, hombre bueno, educado, amable y con sentido del humor que se apropió de la personalidad ni tan secreta del Filósofo.

Nota: Güémez es uno de los tantos municipios en los que no pasa nada y por el crimen pasa todo del estado de Tamaulipas.

Del Filósofo de Güémez tomo estas frases para explicar el proceso electoral de 2016:

1.- “El que se mete en política, es como el gato que se mete a la chimenea… o sale quemado o sale tiznado”. Ningún candidato saldrá de las elecciones de 2016 con buena reputación. Gracias a la guerra sucia, a todos los conocimos a la perfección y, sí, todos eran como los imaginábamos.

2.- “La confianza dura hasta que se acaba”. Antes no confiábamos en los políticos y ahora confiamos menos. Pero no somos tan desconfiados como para evitar que nos sigan viendo la cara.

3.- “La gente de antes era más honrada. ¡Yo soy de antes pero vivo ahora!”. Lo triste de la política mexicana es que en la misma solo participan políticos actuales y actualizados, es decir, bien ratas.

4.- “En política hay que hablar de democracia… Pero la palabra del jefe, es mayoría”. Así en el PRI como en el PRD, en el PAN y hasta en Morena.

5.- “En política hay que ser como los frijoles de olla, arriba o abajo, ¡pero adentro!”. Se llenan de lodo en las campañas solo para no vivir en el error de quedar fuera del presupuesto.

6.- “En política, si las cosas no cambian, es porque siguen igual”. Tristemente, en México la política de hoy es tan igual a la de siempre e inclusive cada día es bastante peor.

7.- “En política, unos salen a tirar, otros tiran a salir y otros salen a que se los tiren”. El lunes sabremos quién se tiró a quién y quién salió tirado.

8.- “El que sabe, sabe. El que no, es el jefe”. Bendita ignorancia de las cúpulas partidistas.

9.- “La política es un arte del carajo... hay que dar las nalgas al de arriba y picársela al de abajo!”. Finalmente, ese es el arte de gobernar: dejarse manosear y manosear al que se deje.

10.- “Primero es el número 1 y después el 2; pero en el 21, el 2 se chingó al 1”. El que lo dude, que vea las encuestas electorales, en las que los números nunca son lo que parecen. Ya después las movilizaciones, la compra de votos, los acarreos y en general la alquimia electoral se encargan de que las estadísticas cuadren con la realidad que los partidos manipulan.