Pagaré con mi vida la lealtad del pueblo fue una de las frases de aquel 11 de septiembre de 1973 que Salvador Allende pronunció en su último discurso, dando muestra de la altura moral y política del ex presidente chileno.

Hace 43 años el golpe fascista dirigido por Augusto Pinochet aplastó el proyecto de libertad e igualdad, Salvador Allende murió pero su sueño perdura y América Latina sigue en lucha.

Junto con él desaparecía la democracia.

En noviembre de 1970,  Salvador Allende subió al poder en Chile tras ganar por muy estrecho margen las elecciones.

Su programa político era marxista y buscaba implantar el socialismo mediante una serie de reformas económicas (como la nacionalización de la minería), de carácter social, en educación, de tierras (Reforma Agraria), entre otras, con el objetivo de transformar al país a favor del pueblo.

Estas políticas chocaron con los intereses de la oligarquía y sectores de derecha que iniciaron una campaña de descrédito contra el Gobierno, provocando una oposición que se desarrollaba tanto al interior del país como en el ámbito internacional, en particular Estados Unidos, que promovió y financió todos los recursos disponibles para poner fin al gobierno allendista.

Comenzaba así una dictadura militar encabezada por Augusto Pinochet que duraría 17 años, en la que quedaron prohibidos los partidos políticos o la libertad de expresión. La violación de los derechos fue una constante durante estos años, afectando a más de 35.000 personas, víctimas de tortura o ejecución.

A  43 años luego de su muerte, la figura de Salvador Allende sigue siendo la más importante dentro de la izquierda chilena, la cual ha gobernado el país durante la mayoría del siglo XXI, su legado socialista dedicado al pueblo quedó plasmado y reconocido por el mundo.

El pensamiento político de Salvador Allende continúa vigente en todos aquellos que luchan por una sociedad más justa y equitativa.

“Algún día América tendrá una voz de continente, una voz de pueblo unido. Una voz que será respetada y oída; porque será la voz de pueblos dueños de su propio destino”.

 

¡Allende Vive!

Ricardo Chew

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