China empieza a superar la epidemia de Coronavirus. Ayer registró la cifra más baja de contagios desde que empezó el problema. En Corea del Sur ha ocurrido lo mismo: el número de contagiados, si bien sigue siendo alto, este domingo fue el menor en muchos días.

Lo anterior significa que a pesar de las medidas extremas aplicadas en Italia, los operadores principales de la economía global han empezado a encontrar razones para pensar que puede superarse la crisis del Covod-19.

Pero las bolsas se han desplomado. No por la enfermedad, sino por la guerra del petróleo entre la OPEP y Rusia. A sus líderes les faltó talento para no desesperarse y hacer lo correcto.

Los precios del crudo no habían caído tanto desde la guerra del Golfo. Ello se ha sentido en México, sobre todo en Palacio Nacional, como si hubiese caído sobre todo el país una poderosa bomba. Una verdaderamente dañina, no como las molotov, inofensivas en mi opinión, que algunos radicales lanzaron en el Zócalo durante la marcha de las mujeres evidentemente con el único propósito de desacreditar la legítima protesta feminista.

Jonathan Ruiz Torre, analista de El Financiero, escribió que ante la nueva situación, manifestada inicialmente como un fuerte desplome de la cotización del peso frente al dólar, “México necesita a sus mejores mujeres y hombres. Ya”.

Amigos que conocen de economía eso mismo me decían ayer: el presidente López Obrador tendrá que recurrir a todo el talento que exista en nuestro país para encontrar salidas a la trampa en que nos han metido contratiempos externos que no podemos controlar.

Es cierto, AMLO tendrá que consultar y escuchar a muchos que por fortuna  ya colaboran con él, formalmente como el titular de Hacienda, Arturo Herrera, o en forma informal como los Carlos, Salazar y Slim, empresarios los dos sí, pero también destacados analistas. Consultarlos y escucharlos, sobre todo esto último.

A los demás nos toca ser solidarios y apoyar al menos no estorbando. Urge que quede a un lado la politiquería que tanto ruido provoca y, sin duda, tanto entorpece a un gobierno que como nunca antes necesita tranquilidad para tomar las decisiones correctas. Confío en que así ocurrirá.