Demócratas intachables como Epigmenio Ibarra piensan que la protesta de Porfirio Muñoz Ledo le hace daño a Morena:

Probablemente así sea, pero probablemente no. Porque la moneda tiene siempre dos caras. Es decir, quizá al señor Muñoz Ledo no le haya quedado más remedio que elevar su voz ante lo que pareció una enorme ilegalidad electoral de parte de Mario Delgado, que nadie investigó ni mucho menos castigó:

Hubo en el periodo previo a las encuestas del INE más denuncias en tal sentido:

Tales llamadas de apoyo o push polls, además de inmorales porque engañan a la gente, cuestan mucho dinero: una campaña a nivel nacional decenas de millones de pesos.

Dejo enseguida, para la discusión, tres artículos entre muchos que pueden encontrarse en internet hacer acerca de la manipulación desde calls centers:

1. Del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM.

2. De la revista Merca2.0.

3. De la Revista Istmo.

Más importante que la unidad de Morena y la reconstrucción de este partido que le queda muy chico al presidente AMLO, es el tema de la legalidad. Porque unión partidista en un contexto de fraude electoral significa el retorno a lo peor del sistema político mexicano…, y ni modo de negar que recurrir a las push polls es fraudulento.

Deben auditarse no solo las encuestas y las casas encuestadores que contrató el INE, sino también tales llamadas de apoyo que evidentemente cuestan, y bastante.

¿Es mucho pedir una investigación? Creo que vale la pena hacerla antes de cargarle todas las culpas a alguien como Muñoz Ledo que, quizá, solo se defiende con habilidad de lo que considera un atropello basado en el dinero.