Al menos no he perdido el olfato. Es decir, no tengo ese síntoma de covid. Otros, no sé. Pero de que distingo la mierda cuando la huelo, no ni duda cabe.
Antes de leer la columna de hoy miércoles de Héctor de Mauleón en El Universal, me llegó un fuerte olor a caca... o a popó, para hablar educadamente.
Qué cantidad de mierda le ha lanzado De Mauleón al secretario de Seguridad Pública, Alfonso Durazo, solo porque este ha admitido su legítimo derecho a buscar la gubernatura de Sonora y porque el presidente AMLO ha elogiado su trabajo.
La culpa la tiene Durazo. Y es que no fue lo suficientemente sabio como para imitar al más conocido —y desprestigiado— de sus antecesores, Genaro García Luna, quien no perseguía, sino pactaba con los grandes capos de la droga, como El Chapo Guzmán, y por lo tanto le quedaba tiempo de sobra para dedicarlo a cachondear columnistas.
Las cosas, como son, El columnismo mexicano tiene diarrea porque con la 4T ha perdido privilegios.
De ahí la mierda —perdón, la popó— que desde hace rato le tiran a Durazo no pocos columnistas desde las páginas de los diarios.
En fin, solo como información cultural enseguida una explicación de la etimología de popó. Queda claro que el creador de tal palabra fue un señor feudal tartamudo y que era muy jijo de su pelona con los pobres, o eso dicen en el video. Realmente yo no sé:
El caso es que don Héctor de Mauleón ha tirado sus miserias a un Durazo que, probablemente, lo ignorará..., lo que provocará el agravamiento del chorrilo de tan eminente personaje de la prensa mexicana.
Así las cosas.