Hay sin duda una campaña de calumnias contra AMLO y su gobierno —aun contra su familia— en la prensa mexicana. Vergonzoso lo que hacen difamadores profesionales como Pablo Hiriart, Raymundo Riva Palacio y Macario Schettino, de El Financiero; Francisco Martín Moreno, Denise Dresser y Juan Pardinas, de Reforma; Chumel Torres, manipulador de las redes sociales; Héctor Aguilar Camín, Carlos Marín y Joaquín López-Dóriga, de Milenio; Leo Zcuckermann, de Excélsior; Carlos Loret de Mola, de un medio de nuevo con dudoso financiamiento,  y muchísimos más.

Un periodista muy crítico de Andrés Manuel al que no se puede incluir en esa categoría es Ciro Gómez Leyva, de Radio Fórmula e Imagen TV. Cuestiona al presidente de México con seriedad y objetividad. Me honra ser su amigo.

Hay grandes periodistas que no se especializan en agredir al presidente López Obrador, sobre todo en La Jornada, que dirige la brillante Carmen Lira: sus moneros, Hernández, El Fisgón y Helguera, y sus columnistas, como Julio Astillero Hernández y Enrique Galván Ochoa.

En forma independiente realiza un extraordinario trabajo de comunicación, Epigmenio Ibarra, quien también me honra con su amistad. La difusión que Epigmenio ha hecho del pensamiento de López Obrador cabe calificarla de histórica y, sin duda, merece un premio.

Hay más periodistas que trabajan con seriedad y objetividad: en El Heraldo, Martha Anaya; en Excélsior, Francisco Garfias; León Krauze, en El Universal; en CNN, Carmen Aristegui; en Televisa, Denise Maerker y Danielle Dithurbide en SDP Noticias, voces nuevas como las de Elizabeth Flores, Verónica Malo Guzmán y Manuel Díaz, y el experimentado José Luis Camacho.

Me encantan las conferencias de prensa mañaneras de López Obrador, maravilloso ejercicio de rendición e cuentas y de libertad de expresión, que ha sabido organizar con excelencia Jesús Ramírez, periodista por cierto. Nunca a un presidente de México se le había atacado tanto en los medios, pero Andrés Manuel todos los cuestionamientos los responde. Hace bien y lo hace muy bien,

No me gusta que ensucien las mañaneras personajes de quinta como Lord Molécula, un tipo sin cultura, antipático, presuntuoso y que no es periodista, una caricatura de informador que hoy lunes agredió pinchemente a Ciro Gómez Leyva. Por fortuna, en su respuesta el presidente AMLO habló de todo, como siempre con sentido del humor y conocimiento de la historia, y no cayó en el juego de cargarle la mano a Ciro.

Después, una reportera de verdad, Dalila Escobar, quiso ampliar el debate y pidió a  Andrés que cuestionara a John Ackermann por un desafortunado tuit de este periodista, a quien se ha intentado linchar simplemente por defender sus convicciones y, asimismo, por defender a su esposa, la secretaria Irma Eréndira Sandoval, y defenderse a sí mismo de calumnias vulgares relacionadas con su patrimonio. Tiene derecho a hacerlo.