Calígula

Para nadie es una sorpresa la vinculación de Eduardo Medina Mora en actos de corrupción a lo largo de su carrera política. En la revista Proceso en su oportunidad escribí sobre el peligro que representaría su candidatura para la propia Suprema Corte de Justicia de la Nación: “Medina Mora, ¿el Calígula de Camus? Cabe apuntar que, en esa oportunidad, Medina Mora no objetó ninguna de mis imputaciones.

Mensajes

La salida de Medina Mora de la SCJN tiene varios mensajes para el país, entre los cuales podrían destacarse los siguientes:

Primero. La fluidez de la relación entre la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda y el Departamento del Tesoro de Estados Unidos y otras agencias de este país que fueron uno de los resultados de la aplicación estricta de la ley en materia de migración en México. Esta renovada relación amplía las posibilidades de escrutinio, seguimiento y sanción con un alto valor de sofisticación capaz de enfrentar con éxito las habilidades desarrolladas por servidores públicos corruptos, como no se había hecho en el pasado porque no era una prioridad para el gobierno mexicano, como ahora sí lo es.

Segundo. Siempre he creído que los juzgadores federales no son por definición corruptos. Sí creo, empero, que hay diversos casos en el Poder Judicial de la Federación, incluido el Consejo de la Judicatura Federal, donde podrían encuadrarse varios tipos penales en materia de corrupción que implica un cambio en las pautas comportamentales de los juzgadores y sus vigilantes (El Consejo de la Judicatura Federal) frente a esa inédita circunstancia donde la ley no es más un fetiche que puede ser negociado como caracterizó al régimen anterior y sus gobiernos.

Tercero. El hecho de que en menos de un año el presidente de la República tenga al menos tres ministros liberales electos en lo que va de su administración, más el propio presidente de la Suprema Corte que es un liberal por convicción constituye un dique importante para las acciones de inconstitucionalidad y las controversias constitucionales previstas en el artículo 105 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos que, por razones de ventaja política, busquen que apruebe la Corte sus adversarios políticos. Lo anterior, en virtud de la presunción de que habría más sensibilidad de estos ministros a los llamados “alegatos de oídas” en el foro jurídico que formule la Consejería Jurídica de la Presidencia de la República a cargo de Juio Scherer.

Cuarto. El discurso presidencial abierto contra sus críticos ( respetando los límites previstos en el artículo 6º de la Constitución) va consolidándose como una forma del ejercicio de gobierno que se explica porque día con día el presidente López Obrador ha ido ganando en los hechos posiciones estratégicas para el ejercicio del poder donde sus detractores se encuentran divididos, con una escasa base social y enfocando sus baterías en los medios y en las redes sociales como una suerte de catarsis, pero sin efectos en la realidad porque generan lo que en psicología se llama “sesgo confirmatorio”; es decir, que sólo la porción (muy reducida en el universo de los votantes del país) que está en contra reafirma su oposición con ese discurso catártico, pero se queda sólo en eso.

Quinto. En este contexto, me confirman que el empresario Claudio X. González se encuentra en un proceso de reconsideración de sus posiciones ante el aislamiento de que ha sido objeto, incluso entre sus pares y va a buscar reencauzar la tensión de su agudo desencuentro con el presidente López Obrador. Ello implicará un rediseño de las estrategias seguidas hasta ahora que no han podido mover un ápice el proceso de consolidación del nuevo régimen y ya ha hecho añicos, por ejemplo, su reforma educativa en el ámbito constitucional y legal. En el control de daños de Don Claudio, el matiz y el tono de su rispidez habrán de mudar de su discurso y acción y ello se va a ir dando poco a poco para justificar ante sus seguidores los cambios tácticos que pasan por dejar la lucha frontal y darle vida, por el contrario, al diálogo y al acercamiento con la 4T ante la terca realidad.

@evillanuevamx

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