Adquirí en un viaje reciente el libro M. El hijo del siglo, la primera biografía novelada del fundador del fascismo, Benito Mussolini. El autor, Antonio Scurati, obtuvo el Premio Strega —principal galardón literario de Italia— y según he sabido pronto su obra será serie de televisión, no sé si de Netflix.

He iniciado la lectura del libro que tanto llamó la atención en la comunidad italiana en 2018 y que recientemente ha publicado en español la editorial Alfagura, que lo presenta como “la novela definitiva sobre la llegada de Mussolini al poder”.

No comentaría el trabajo del escritor Scurati si no fuera porque apareció una nota sobre la mencionada novela en cierta búsqueda que hice en Google de elementos para tratar de entender por qué Pablo Hiriart —y otros periodistas de su naturaleza— insisten en sembrar miedo en la sociedad mexicana.

El artículo de ayer del señor Hiriart en El Financiero —“El miedo es la clave del control”— me espantó.

¿Miedo a quién? ¿Para controlar qué o a quiénes? Según Hiriart todos los actores económicos y políticos de México inconformes con el gobierno de López Obrador no se atreven a dar la pelea porque tienen miedo de que se les destruya con la simple amenaza de una investigación a sus cuentas bancarias del abogado Santiago Nieto, titular de la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Gobernación.

Cito a Pablo Hiriart, quien va mucho más allá de lo planteado por Carlos Loret de Mola en El Universal de culpar al trabajo de Nieto de la falta de inversiones:

“Los empresarios están aterrados y no chistan. Los dirigentes de oposición se hicieron chiquitos para que no los vean. Los gobernadores lo adulan en público porque están temblando. Y en los medios, bueno, hay excepciones".<br>“En la reunión con los gobernadores celebrada el martes en Palacio estuvo presente el titular de la Unidad de Inteligencia Financiera, Santiago Nieto. No habló ni había motivo para su presencia. Estuvo ahí para que los gobernadores lo vean. ¿Entienden de qué se trata? Les enseñaron al verdugo, que puede actuar o no, según la voluntad presidencial”.<br>

En 2006, como parte del fraude electoral contra Andrés Manuel, la derecha financió una absolutamente fascista campaña de publicidad en medios —“López Obrador, un peligro para México”— para combatir con miedo la esperanza de mucha gente en el cambio político que el tabasqueño representaba. Desde sus espacios periodísticos, columnistas como Hiriart apoyaron con toda la fuerza de su fanatismo esa canallada.

Para el colaborador de El Financiero, son "excepciones" los periodistas que actualmente cuestionan a AMLO. En realidad, son mayoría quienes lo hacen desesperados casi todos por la falta de dinero desde el gobierno a los medios de comunicación. Hay publicidad oficial, sí, pero bastante menos que en los pasados gobiernos. Así, se ponen en contra, incluso con argumentos fascistas, buscando que en la derecha empresarial alguien los patrocine.

La novela sobre el fundador del fascismo

La siembra de miedo es fascismo

Y no, no es Andrés Manuel — ni Santiago Nieto—, quien recurre a esa estrategia objetivamente inmoral: el presidente de México y su colaborador solo pretenden que se empiece a cumplir con las leyes para combatir el lavado de dinero.

Quienes siembran miedo son los rivales políticos de AMLO, como Pablo Hiriart en El Financiero. Buscan de esa manera acabar con la esperanza de millones de mexicanos que votaron por la transformación de México en 2018.

Miedo y esperanza. Fascismo. Tres palabras que durante años he buscado en Google para intentar entender y analizar lo que ha hecho la derecha en México para combatir con golpes bajos a Andrés Manuel. Lo hice de nuevo esta mañana, antes de las cuatro —despierto temprano, cosas de la edad, me han diagnosticado—, y saltó esta nota sobre la novela de Antonio Scurati: “Antonio Scurati: ‘Mussolini comprendió que el miedo puede más que la esperanza’…”, de un sitio de internet español dedicado a la cultura.

En sus mentiras, quienes tanto miedo han sembrado contra Andrés Manuel lo han acusado de fascista, pero los fascistas son ellos, los Hiriart de los medios y quienes han financiado durante tantos años campañas de desprestigio contra el líder de izquierda.

Hoy siembran miedo argumentando que AMLO se hace respetar por el miedo de la gente a la Unidad de Inteligencia Financiera. Pero, dice el refrán, “el que nada debe nada teme” —expresión “falsa”, subraya mentirosamente Hiriart para hacer creíble sus tesis—, así que nadie que cumpla con la ley tiene por qué tener miedo a nada.

Siembran miedo contra la 4T porque piensan, en lógica del fascista Mussolini, que es la forma en que derrotarán a la esperanza. Se equivocan, no tendrán éxito. En el México actual, que ya tiene experiencia en torear campañas de terror político, la esperanza es por lo pronto indestructible. De la mayoría de los mexicanos depende que lo sea hasta que se complete el cambio político en marcha.