Aunque se usan bastante como si significaran lo mismo, incidente no es sinónimo de accidente. En algunas ocasiones el verdadero problema no consiste en el mal uso de tales expresiones, sino en la dificultad para definir qué es lo que ha pasado.

El domingo 3 de enero de 2021 el motor de un avión de Aeroméxico falló durante el despegue. Ese fue el incidente, que provocó un accidente menor, pero accidente al fin: la aeronave sufrió una especie de sentón, que a su vez generó daños, no solo en el aparato, sino en gente que sufrió golpes.

No es fácil escribir sobre este tema para quienes viajamos en aviones con cierta frecuencia. Antes de hacerlo hasta tocamos madera para poder expresarnos sin miedos mayores.

El hecho es que tuve acceso al mensaje enviado a un grupo de sobrecargos de Aeroméxico, en el que alguien narra su experiencia en el mencionado incidente que llevó a un accidente menor, pero de cualquier modo accidente.

Hola compañeros, les quiero comentar que yo iba en el vuelo 549

El vuelo que sufrió el incidente en Cancún, en la posición 4L; en los 24 años que tengo volando he vivido turbulencias muy fuertes y aproximaciones de miedo, pero nunca algo como esto,

íbamos en carrera de despegue y de repente el avión vibró bastante fuerte, se fue hacia el lado izquierdo, lo controlaron y frenaron muy bruscamente, la turbina izquierda sacó fuego y chispas y se metió humo a la cabina con olor a quemado (nunca olor a ave), todo esto muy rápido.

Gritamos y yo solo estaba al pendiente de que el avión no se partiera, se comenzará a incendiar, o que se cayeran las cosas adentro del avión, observando a la gente. Ya que se controló la aeronave los capis hablaron para que checáramos si había fuego en la turbina izquierda, que por suerte sólo fue en el momento.

Afortunadamente como todos sabemos no pasó a mayores, carreteamos hasta plataforma, llegaron los bomberos y bajaron unos ventiladores grandes para la turbina.

Esperamos aproximadamente 40 min a que nos abrieran puerta; los pasajeros salieron por la puerta 4R tranquilamente, bajaron los pilotos a checar el avión, después subió Operaciones a preguntarle exclusivamente a los capitanes si extendían su jornada: el primer oficial dijo que él no y el capitán que él sí.

Aunque nosotras opinamos si nos quedábamos o no, ni siquiera nos voltearon a ver, al igual que al comentarles que había compañeros con dolor, nuestras voces no existieron ni hicieron eco.

Únicamente nos comunicaron que esperáramos en la sala 58 hasta que llegara el avión que mandaron de México con los pilotos que iban a regresar el avión con nosotros trabajando, que llegaría como a las 22:30.

En lo que estábamos esperando en el aeropuerto nadie se acercó a nosotros a ver si necesitábamos algo o si estábamos bien, yo mandé mensaje de WhatsApp al sindicato preguntando si nos podíamos regresar después del incidente o qué procedía con nosotros, mensaje que dos días después aún no me han contestado, la ejecutiva de adelante habló al sindicato y le dijeron que estaba bien que nos regresáramos, que así lo marca la empresa y que la situación en la aviación está difícil (¿¿¿que pasa con el factor humano???).

Aproximadamente una hora antes de que llegara el avión pasaron unos compañeros de tráfico y les pregunté si había algún servicio médico al que pudiéramos acudir los que nos sentíamos mal, me dijo que preguntarían y nos informarían, en un rato regresó y nos llevó al médico, el cual nos dijo que nosotros decidiéramos si queríamos regresar, pero que mejor tomáramos ketorolako, pues él era solo de primeros auxilios.

Cabe hacer mención que después de la adrenalina obviamente nos sentíamos sumamente cansados y agotados y así tuvimos que regresar, al capitán le hablaron que se tenía que quedar en Cancún, que no continuaría como él quería.

Nuestro vuelo originalmente despegaba a las 5:06 y terminó saliendo de regreso después de las 12 de la noche, llegamos a México a las 2:30 am, quiero hacer énfasis que aunque los capitanes llevan toda la responsabilidad de las vidas que llevan a bordo, ya que ellos van piloteando la aeronave, nuestra labor como sobrecargos es igual de importante y respetable, ya que nosotros siempre damos la cara a la gente y en esos momentos somos nosotros quiénes vamos a salvar a la gente con comandos, evacuación, tranquilizando y estando al pendiente de que nadie se quede y todo esté bien, en esos y otros momentos somos la cara y el resultado de lo que sucede.

Al abordar el avión un compañero de tierra nos comentó que Conesa (Andrés, director de Aeroméxico) le habló para que viera cómo estaba (la actriz) Ana Serradilla, quién iba con nosotros y que se asegurara que se encontrara bien y la regresaran inmediatamente a México; cabe hacer mención que nunca preguntó por los empleados, su gente.

Siempre tenemos que estar presentables y sonrientes y no cometer ningún error porque entonces si nos voltean a ver.

Compañeros, si no nos cuidamos, valoramos y hacemos respetar entre nosotros nadie más lo va a hacer.

Ya hemos apoyado bastante a la empresa con 6 meses de rotación, nuestro salario no representa gran cosa para la compañía, están lanzando el anzuelo aprovechando la situación que cada vez está más cercana a normalizarse, para llenar más sus bolsillos, nosotros merecemos más, no depreciemos nuestras labores y responsabilidades.