Como si no fueran suficientes las ?payasadas? de Lagrimita, el fuera de lugar de Cuauhtémoc Blanco, el amague de ?Quico? y el drama de Carmelita Salinas, en días pasados la actriz Sabrina Sabrok (No se preocupe si no la conoce, de hecho eso es lo relevante de la nota) presumió ser nombrada embajadora de la comunidad lésbico-gay por la Confederación de Jóvenes Mexicanos y al ser entrevistada mostró su preocupación por la situación del país, y que tenia tremendas ganas de contribuir dentro de la política para cambiarlo; pero no se alarmen, al ser argentina está imposibilitada para ser legisladora federal por el artículo 55 constitucional, así que tendrá que quedarse con sus ganas, para bien de todos nosotros (UFF! cerca la bala).
Esta noticia representa una reverenda payasada y un intento de protagonismo absurdo que bien podría interpretarse como una ofensa para la sociedad mexicana, pero como bien me dijo un buen amigo: ?Lo de Sabrina es un reflejo de tu país, tú tienes la culpa por sorprenderte?? tenía razón, la culpa es mía. Estoy seguro que dicha actriz extranjera no representa ni tantito los intereses de una comunidad tan importante como lo es la lésbico-gay en nuestro país; existen perfiles mexicanos con más cartas para representar a dicha comunidad y que de verdad conocen las necesidades, opiniones y son verdaderos líderes de las mismas, entonces ¿Por qué pedirle a una argentina oportunista que sea ella la abanderada?
Si los partidos políticos quieren escuchar de manera real la opinión de la comunidad lésbico-gay deberían incluir a miembros de esta comunidad dentro de sus estructuras políticas. Ningún partido en México cuenta con cuadros, instituciones, organizaciones, candidatos y mucho menos plurinominales abiertamente Gay, por lo que me es muy difícil creerles que ahora quieran escucharlos. Una vez más estamos frente al oportunismo electoral, ese oportunismo de querer escuchar a todos en unos días cuando no se ha hecho en años, ese oportunismo que cada 3 años daña más y más al país. No se vale jugar con la inteligencia de las personas, dicha comunidad como todas las minorías merecen ser escuchadas, merecen ser incluidas pero de una manera sería y no con montajes como el de la ?preocupada? Sabrina.
México, somos más que esto, merecemos más que esto: ¡REACCIONA!