Las más de tres horas de comparecencia de la Secretaria de Educación en Quintana Roo, Marisol Alamilla Betancourt no fueron suficientes para despejar datos, dudas y exponer a detalle las labores hechas en este primer año laboral ante la Comisión de Educación, Ciencia y Tecnología de la XV Legislatura.

 Por lo que se declaró un receso para continuar en fecha posterior con la entrega de cuentas y actividades. Pero si a los diputados que integran la comisión dejó insatisfechos y dudosos, a la ciudadanía la dejó con una enorme incógnita y pésima aprobación.

Si bien el tema educativo es difícil, Marisol Alamilla lo hizo menos tratable, en donde por principio quienes comparecieron fueron los subsecretarios, y directivos de la SEQ, al ser quienes respondieron la mayoría de los cuestionamientos y definitivamente sin su presencia no hubiera habido respuestas.

Las excusas se utilizan como justificación al no saber cómo remediar situaciones y Marisol Alamilla y sus desatinadas declaraciones son parte de sus pasos  sujetos a la falta de experiencia o aprendizaje para una Secretaría de Educación.

Incongruente y burlona nuevamente argumentó se trataba de un malentendido las declaraciones sobre los niños con discapacidad que hasta el momento la mantiene en el total rechazo ciudadano.

 La situación de Marisol Alamilla Betancourt al frente de la educación de Quintana Roo es insostenible, está por debajo de lo que un representante de educación tiene como obligación conocer, creando excusas para apaciguar la incomodidad interna que le corroe cuando se le cuestiona la falta de compromisos, mostrando que años de cátedra no te hacen experto en Educación.

 EN EL OJO DEL HURACÁN

 Mucha queja, insatisfacción en las respuestas de la Secretaria de Educación, Marisol Alamilla de quienes integran la comisión de Educación y Ciencia, abundante inconformidad expresa ante los medios de comunicación fue la verborrea de los legisladores.

 Sin embargo durante la comparecencia ante los cuestionamientos hechos a la titular de educación, las respuestas simples y huecas fueron suficientes para hacer mutis y no pedir se simplificara pero a la vez se detallaran datos, números y cuentas.

 El único que sin titubeos cuestionó, precisó con fundamento e hizo partícipe a la ciudadanía interesada en el tema fue el Diputado Alberto Vado Morales, del Partido Revolucionario Institucional (PRI).

Al momento de su participación solicitó a Marisol Alamilla fuera concreta en responder cuándo se firmará el convenio con la Comisión de derechos humanos para la inclusión de las personas con discapacidad en materia educativa. Y tajante manifestó la inconformidad con las respuestas dadas durante la presentación.

Diputados de poca monta como José Esquivel Vargas del Partido de la Revolución Democrática (PRD) o Fernando Zelaya Espinoza de Acción Nacional (PAN) encajados en el pasado queriendo justificar el inmediato que es el que tiene Marisol Alamilla desde hace un año.

Viviendo del recuerdo de lo no hecho y que lo hecho mal trazado está, ya ni qué decir de aquellos legisladores que solo toman el micrófono para dar las “buenas tardes y agradecimientos” con discursos sosos y patéticas intervenciones, ¿pero qué tal cobran?

LO QUE LAS COPETUDAS CUENTAN

 Y llegó como cada mes el viciado “DÍA NARANJA” marcando en el calendario el día 25 de cada mes del año para hacer un recordatorio a la lucha contra la violencia hacia las mujeres.

Cuánta contradicción al solicitar a los trabajadores de algunas dependencias que vistan de “naranja” porque en esa institución presuntamente se garantiza la igualdad y equidad de género, se respetan los derechos humanos y en lo absoluto se violentan a las mujeres.

Solo hay que rascar un poquito al interior de esa -cáscara anaranjada- y saber que por los pasillos se ha humillado a algunas mujeres trabajadoras olvidando que no es necesaria la violencia física sino también la laboral y que la igualdad no está inmiscuida con la moral ni el orden marital o lo que se le iguale.

 Pero bueno que sigan muchas más naranjas que selección holandesa, algunas ya pasadas de maduras, simulando buenas costumbres y más que inquisidoras, cuando son bien conocidas por todo lo contrario, que continúen jugando a las respetuosas de las mujeres y anti violentas, cuando ellas son las principales transgresoras de lo que tanto pregonan. Dijera la Tía Jovita: “No le vengas con cuentos a quien sabe de historias”.