Bien, no es aquí The Joker interpretado por Phoenix la cosa, es Phoenix dando cátedra de cómo se caracteriza y hace suyo un personaje.

Un actor al que le importan 3 kilos de kriptonita si Avengers End Game es la película más taquillera en la historia, que quizás nunca acudió al cine a verla; incluso puede que le desinteresen otros 3 kilos de lo mismo el propio universo DC que revive con esta película. Una fórmula diferente que mostrará en lo posterior la esencia del origen del crimen y la justicia, villanos y superhéroes, su tipificación y carácter epistémico original, y que si no lograse fraguar un canal más humano de representar una saga de cómics clásica, habrá marcado de cualquier manera y en solitario una época cinematográfica.

Para los fans, el momento en que se cruzan las líneas temporales con Bruce Wayne deja al espectador el resto de la película hilando diálogos, circunstancias y acontecimientos escritos en el que el antagonista cobra todo sentido histórico. Me detengo para no alentar los spoilers: Gotham City nunca tuvo tanta ansia de que un Batman, a la altura del Joker que Phoenix vitaliza, salga de las sombras.

Pues, ya leyeron en todos lados que la actuación es brillante. Solo voy a añadir algo: es muy brillante. Tienen la obligación generacional de verla, sean fans del villano, o del superhéroe; o no.