Conocí a Claudio X. González Guajardo cuando era presidente de la Fundación Televisa, hace 10 años. En ese entonces claramente lo ubicaba como hijo de un importante empresario mexicano, don Claudio X. González Laporte, quien también fue asesor de algún presidente de la República (no recuerdo si con De la Madrid o Salinas de Gortari). La imagen que proyectaba González Guajardo era la de un joven acomodado, educado, cordial, que realizaba labores altruistas.

Según una nota informativa reciente, publicada en un sitio informativo en Internet: “González Guajardo es cofundador de diversas organizaciones que buscan entre otras cosas combatir la corrupción, mejorar la calidad de la educación en México y crecer el desarrollo tecnológico en el país. Entre las ONG con las que ha estado involucrado se encuentran Fundación Televisa, Aprender Primero, BÉCALOS, la Unión de Empresarios para la Tecnología en la Educación (UNETE), Mexicanos Primero –que busca promover la educación pública en México y por la cual ha sido acosado por el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación–, y la más reciente y cuyo trabajo ha sido más crítico de la gestión de Enrique Peña Nieto: Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad.” (1)

A través de la Fundación Televisa, Claudio X. González Guajardo encabezó diversos programas, como Bécalos, en conjunto con el Tec de Monterrey, la Asociación de Bancos de México y un grupo académico denominado “Excelencia Educativa”, con la finalidad de apoyar a jóvenes de bachillerato, mediante becas, así como a docentes y directivos de escuelas públicas, para que continuaran su actualización profesional. Este último programa en particular, se denominó: “Formando Formadores”. No sé si exista a la fecha, pero sé que por ese conducto se apoyaron (entre 2006 y 2015) a miles de docentes, directivos y coordinadores de docentes, de escuelas públicas y privadas, para realizar diplomados de 40 horas cada uno, en línea, con el Tec de Monterrey; y una selección de los participantes de dicho programa, el uno por ciento, tuvo la oportunidad de llevar a cabo un diplomado presencial, durante verano, en la Universidad Autónoma de Madrid.

A quienes fuimos beneficiados con una beca a España, siempre se nos informó con claridad que los fondos que se recaudaban para otorgar estos apoyos dirigidos a estudiantes y maestros, eran producto de las donaciones que hacía la sociedad a través de donativos, que se aplicaban en cajeros automáticos de la red de bancos participantes. Era algo así como el Teletón Académico.

Recuerdo un discurso del doctor Claudio X. González Guajardo durante algunas de las ceremonias de despedida de docentes becarios a España, o durante alguna entrega de diplomas del Tec de Monterrey (en 2008 o 2009), donde utilizó un símil entre el papel del magisterio y el rol del ejército norteamericano en guerra. Empleó esa figura retórica para decir que los docentes mexicanos representan la esperanza del país, de manera similar a los héroes de la US Army en el desembarco de Normandía, durante la Segunda Guerra Mundial (1944). Pero después acotó y señaló algo así como: “Sólo los maestros que realmente se preparan, los que se comprometen, y los que se enfocan a su trabajo, son los héroes que van a sacar adelante a este país”.

Después me encontré en alguna ocasión a González Guajardo, en una reunión de la organización UNETE, orientada a la promoción de las nuevas tecnologías de la información que permiten favorecer a la educación. Lo saludé brevemente. Después del 2012 supe de los fuertes encontronazos que tuvo este personaje, no sólo con la dirigencia combativa de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), sino con la dirigencia nacional del Sindicato magisterial (SNTE), en ocasión de las medidas tomadas por el gobierno del presidente Peña Nieto, específicamente en lo que se ha denominado “Reforma Educativa 2012-2018”.

En los años recientes, al seguir su trayectoria, he observado que “Claudio X. chico”, como yo le llamo, se ha movido en sus posiciones políticas con respecto al gobierno, de manera cada vez más crítica; podría decirse que se ha convertido en un activista que lucha contra ciertas prácticas indeseables del régimen, como la corrupción y la impunidad, aunque su idea educativa no ha cambiado de lugar. “Claudio X. chico” está convencido que “sólo la educación de calidad cambia a México”, tal como reza el lema de la organización empresarial Mexicanos Primero, de la que fue presidente. Hasta donde veo, no admite que los asuntos de la “calidad”, la “evaluación educativa” y la “equidad” sean temas que se deban rediscutir. En eso discrepamos.

En la misma nota del sitio “Gatopardo”, citada en este comentario, se informa lo siguiente: “De acuerdo con el New York Times, en mayo de este año (2017) el presidente Enrique Peña Nieto se acercó durante una reunión de empresarios a Claudio X. González Laporte, para hacerle un comentario sobre el activismo de su hijo, presidente de la organización Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI). “La sociedad civil no debe pasar tanto tiempo hablando de corrupción”, dijo Peña Nieto al padre de González Guajardo, indicando que las críticas del empresario al gobierno federal no han pasado desapercibidas.” (ver enlace al pie)

“En una declaración escrita para el New York Times, González Guajardo aseguro que las intimidaciones del gobierno mexicano no detendrán sus veinte años de activismo. “Seguiremos denunciando la corrupción y la impunidad cuando las encontremos, sean públicas o privadas”, escribió. “México no está condenado a ser corrupto.”

¿Por qué González Guajardo se ha metido a combatir las prácticas añejas de corrupción y la impunidad durante los últimos años en México? ¿Cuál es el objetivo de hacerlo si él proviene de un grupo tan cercano al poder político y económico? ¿Qué le ha tocado ver en los pasillos de Los Pinos y en las reuniones privadas?

Una hipótesis pongo a consideración a ese respecto: Entre las cúpulas empresariales hay un movimiento o grupo que apoya el cambio, que no está de acuerdo con la corrupción ni con la asociación ventajosa y de privilegios que se ha dado durante los gobiernos priistas y panistas. Asociación perversa que ha sido producto de la relación entre la clase empresarial y la clase política, históricamente en México. Sin embargo, sigo sin entender por qué “Claudio X. chico”, hoy presunto “activista anticorrupción”, no se ha sentado a platicar con el movimiento de Morena y con su líder, Andrés Manuel López Obrador, para sumar fuerzas en ese sentido. Justo uno de las proclamas principales del tabasqueño, es la lucha contra la corrupción. ¿Será porque don “Claudio X. grande” ha sido señalado por el candidato presidencial de Morena, como uno de los miembros de la mafia en el poder?

A veces veo los mensajes solitarios de González Guajardo por Twitter, contra el “populismo que viene” y me da la impresión de que abandonó sus ideas filantrópicas y de “responsabilidad social”, como le llaman los empresarios a la labor a favor del desarrollo social. Pero también, veo que se prepara y se perfila para convertirse en un luchador, desde el sector empresarial, contra el nuevo gobierno. Y esto lo veremos no sólo en el ámbito educativo, sino en la agenda del sistema anticorrupción, los derechos humanos y el seguimiento obsesivo de las acciones del futuro gobierno.

Enlace consultado:

(1) https://www.gatopardo.com/opinion/actualidad/quien-es-claudio-x-gonzalez-guajardo/