“Aún cuando todos los expertos coincidan, pueden muy bien estar equivocados”

Bertrand Russell

Lo primero qué hay que analizar con respecto a la posibilidad de un juicio, es que las mismas dudas que ha tenido el Dr. Hugo López-Gatell, y las mismas fallas en las propuestas que ha hecho, las han tenido y las han puesto en práctica la gran mayoría de los líderes que gobiernan al Mundo actual, incluyendo al mismo Donald Trump de Estados Unidos, a Vladimir Putin de Rusia y a Benjamin Netanyahu de Israel.

Antes de juzgar al Dr. López-Gatell, deberíamos juzgar a toda la Humanidad, más que por generar tantas dudas y polémicas sobre una infección viral mundial a la que llamaron coronavirus en todos los idiomas, y que nunca se ha comportado como tal, por haber aceptado dichas dudas, sin siquiera reclamar, las cuales han tenido como consecuencia la toma de decisiones erróneas y/o controversiales.

Todo comenzó cuando en pleno apogeo económico de China, en el 2002, apareció ahí, también con muchas dudas, el SARS 1, causado por un coronavirus muy similar al actual, pero sin las repercusiones tan graves que ha tenido éste último; después se procedió a bloquear la producción de juguetes Mattel producidos a gran escala en China, en Agosto del 2007, porque supuestamente el plomo que contenían las etiquetas de los mismos podía llegar a ser tóxico, la Humanidad aceptó ese bloqueo sin dudar; más adelante, y con la misma tendencia de bloqueo económico, apareció también en China la influenza aviar, que inició justo el 1 de Mayo del 2009; y recientemente también surgió la idea de bloquear la muy lucrativa plataforma china TikTok, a pesar del éxito social que ha tenido.

Por eso nos hicieron dudar a toda la Humanidad sobre éste coronavirus, desde que intentaron explicar que se transmitió por haber comido pangolín o murciélago, que de haber sucedido así, la enfermedad sería digestiva, y no respiratoria, es decir, se transmitiría por comer al virus en alimentos, y no por respirarlo, y así, el uso de cubre-bocas, sería, como ha sido en muchos países, muy controversial.

Por otro lado, las pruebas que pudieran dar positivas a otros coronavirus se están realizando de manera indiscriminada, causando así confusión en las estadísticas mundiales, y, además de crear mucha incertidumbre al dar positivas para el actual coronavirus sin serlo, han creado literalmente pavor al presentarle a alguien dicho resultado falso-positivo, por eso surgió la idea original de que su uso masivo no era necesario.

Por ultimo, las dudas que han surgido en todo el Mundo sobre la inmunidad que si debe dejar en las personas infectadas el coronavirus actual, ya que si los afectados ya tienen anticuerpos tipo g, ya deberían tener defensas de por vida contra dicho virus, como siempre ha ocurrido con las infecciones virales en general, y al tener estos anticuerpos, ya no necesitarían recibir la vacuna que tantas potencias económicas se están peleando por vender en primer lugar (ver en SDP noticias el artículo sobre la campaña anti-vacunas: Febrero 24, 2020), y esto, con la misma tendencia de generar dudas, no lo han considerado tal cual.

El ejercicio de la justicia, que es por excelencia universal, y más cuando están en juego millones de vidas humanas por una pandemia con tantas dudas, jamás debería ser mediático, y mucho menos, político.