Para un ciudadano promedio un viaje de tres días a Nueva York costaría cerca de 1,500 dólares; la gira Peña Nieto a bordo del avión presidencial José María Morelos y Pavón a esa misma ciudad tuvo un costo de 541, 800 dólares… agasajando bondadoso a su comitiva con platillos gourmet, costosas bebidas, seguridad máxima, habitaciones VIP mientras millones de mexicanos, entre ellos niños y ancianos morían de hambre.
Enrique Peña realizó 83 viajes al extranjero que tuvieron un costo de más de 313 millones de pesos; suma que equivale a 83,669 nuevos salarios mínimos.
“¿Qué decía Morelos en los Sentimientos de la Nación? Que se modere la opulencia, que se eleve el salario del peón, que se eduque al hijo del campesino igual que al hijo del más rico hacendado, que haya tribunales que defiendan al débil de los abusos que comete el fuerte, Morelos, que encarnaba la lucha por la igualdad”, dijo el presidente López Obrador al referirse al avión que le dejó Felipe Calderón a Enrique Peña Nieto.
En sexenios anteriores jamás se moderó lo opulento, al contrario incrementó de manera desmedida, cínica. El disfrute de la buena vida era lo que ellos creían merecer; todo a costa de millones de mexicanos…
El avión fue comprado por Banobras a la empresa Boeing por 114 millones de dólares cuyo valor ascendió a 218.7 millones de dólares debido a las adecuaciones que se le hicieron. No le bastó a Peña y gabinete, Peña y familia, Peña y amigos tener a su disposición un aeronave, no, esta tenía que rebosar en elegancia, lujos exorbitantes; sin importar que fuesen exagerados e inmerecidos. Fácil gastar cuando el dinero no es tuyo. Millones de pesos de nuestros impuestos a su entera disposición. Peña no escatimó en nada fue generoso con los periodistas que lo acompañaban en sus giras, para que aplaudieran sus escasos aciertos mientras ocultaban los múltiples pactos y reformas plagadas de corrupción.
Banobras firmó un contrato de arrendamiento financiero con el gobierno federal a 15 años, el avión cuya compra terminaremos de pagar en 2027.
Grave error haber comprado el avión. Error garrafal sería no darle mantenimiento.
En cada vuelo, este avión dejó tras de sí una marcada estela de corrupción.
