Al observar la reacción de las redes sociales a la captura de Javier Duarte, uno se pregunta si realmente habrá un “Efecto Duarte” favorable al PRI principalmente en el estado de México, donde urgía una noticia como esta buscando sacar a Del Mazo del punto muerto de empate técnico en el que se encuentran las preferencias electorales.

Pese a que la detención es un acierto indiscutible, el bombardeo de memes ha estado salpicado de humor negro, apuntando hacia las presuntas complicidades del exgobernador, los platos que rompió, y otras lindezas del hoy huésped de una cárcel en Guatemala.

Y no sólo eso, sino hacia que la sospecha de que la detención estuvo concertada y a modo, entre otras razones porque la esposa de Duarte quien ganó fama por su célebre frase que se hizo viral encontrada en sus archivos de “yo merezco la abundancia” salió bien librada y sin raspaduras, y pudo regresar a México, por cierto, sin visitar al marido.

En este tenor han estado no sólo las redes sociales, sino la comentocracia de los medios tradicionales.

De modo que las reacciones en su mayoría han hecho caso omiso al mensaje del presidente Peña Nieto, de que la detención de Yarrington y Duarte “son un mensaje firme y contundente del Estado mexicano contra la impunidad”.

Los moneros no han sido la excepción. Por aquí aparece una caricatura del procurador, refiriéndose a la esposa del exgobernador: “Es que encontramos este escrito en un diario guatemalteco de Karime que dice: sí merezco impunidad, sí merezco impunidad”.

Por allá, otra del presidente Peña Nieto con un logo del PRI en la solapa al lado de Duarte exhibiendo en donde va regularmente la ficha criminal una leyenda diciendo “Vota PRI”, y con una estampa del partido también en su chaleco.

Por otro lado, una foto donde aparece Duarte con Moreira diciendo el primero “Me voy a esconder en Guatemala”, y el segundo “Yo en el Congreso de Coahuila”.

Lo peor del caso es que hasta el principal presunto beneficiado, Alfredo del Mazo no ha estado exento de la metralla de las redes sociales, que han sacado a la luz tuits del hoy candidato del PRI fechados en la época de gloria del hoy exgobernador apestado, como éste que dice: “¡¡¡Muchas felicidades a mi amigo Javier Duarte por su toma de protesta como Gobernador de Veracruz!!! ¡¡¡Éxito!!”

O, hasta, fotos de ambos – Del Mazo y Duarte- sonrientes, en la época de gloria de Duarte.

O incluso un meme con la foto[DM1]  de la detención de Duarte esposado, con una leyenda que dice, audio de Duarte donde se comprueba que sí opuso resistencia…con chillidos de marrano.

Con Duarte en el centro de la escena política, los medios se han deleitado con la historia de Karime, se esposa. Una mujer de clase alta, que se enamora de un joven ambicioso de clase media, huérfano de padre, obligado a trabajar en las panaderías de su madre en la zona de Córdoba. El flechazo ocurre en la Ibero, donde ambos son compañeros.

Que pasa de ser sumisa en la construcción de la relación con Fidel Herrera, quien veía a Duarte como su hijo, a tornarse arrogante, ya con su marido en el poder, terminando por escribir la frase que la elevó a la fama, de “Merezco la abundancia”, descubierta ya con su corrupto marido en desgracia. Un guión que pudo ser escrito por el extinto Luis Spota para este México kafkiano.

La comentocracia

Una muestra de la opinión de columnistas dibuja la incredulidad:

Raymundo Riva Palacio, ayer en el Financiero: En su columna titulada ¿Se entregó Duarte?, sostiene: “No se termina de explicar, con la información disponible, si se trató de una detención químicamente pura, o si fue una entrega negociada, donde se le dio como concesión poco más de un día de estar con sus hijos, que llegaron a su último refugio sin disfrazar su destino”.

El sitio especializado en política, la políticaonline: Tras afirmar que le detención atizó divisiones en el gabinete de Peña Nieto, concretamente una molestia de Luis Videgaray contra Miguel Ángel Osorio Chong quien habría operado la detención, escribe: “El error que señala el canciller es que si se había pautado una entrega, ésta debía haber tenido lugar en territorio mexicano. Ahora los abogados de la Secretaría de Relaciones Exteriores y la PGR están condicionados por el sistema legal de Guatemala lo cual podría demorar los plazos esperables”.

Carlos Loret de Mola, hoy en el Universal. Señala:En las altas esferas del gobierno federal llegaron a la conclusión de que sería muy bueno aprehenderlo antes de las elecciones de junio, cuando se renuevan las gubernaturas del Estado de México, Coahuila y Nayarit.

“Consideraron que su detención restaría fuerza a las acusaciones contra el PRI por corrupción y daría discurso de defensa al régimen y a su partido: que, si bien Duarte abusó, ya está preso”

Para luego decir:

“En la urgencia por encontrarlo, la familia de Karime Macías, la controvertida esposa de Duarte, recibió una oferta del gobierno: que no irían contra ella ni su familia si les decían dónde estaba el ex gobernador Por eso sorprendió en muchos sectores de la opinión pública la narrativa del gabinete de Seguridad sobre su captura: sus hijos viajando con la familia de la mamá en vuelo privado desde el aeropuerto de Toluca, socializando en la documentación sus nombres y destino, hospedándose en un hotel turístico, visible.

“Ello ha despertado la sospecha de que Duarte se entregó y no se sabe a cambio de qué”. 

Fricasé, en el Abogado del pueblo, en El Norte, de Monterrey:

“Este sólo acto de exoneración a priori (sobre Karime) a cargo del Subprocurador Jurídico y de Asuntos Internacionales de la PGR, Alberto Elías Beltrán, nos hace sospechar que la detención de Duarte es una simple maniobra electorera, y que, una vez pasadas las elecciones (y que el PRI con todos los recursos del Gobierno federal gane -más bien compre- el Estado de México, conservando con ello la "joya de la corona"), nos saldrán con que "no hay pruebas" contra Duarte y lo van a soltar. “Son demasiado extensas y fuertes las redes de complicidad en este País en general, y en el "nuevo PRI" en especial, como para esperar que realmente se haga justicia”.

“Duarte está hoy detenido, no por lo que hizo, sino por las ENCUESTAS. “Sí, leyeron bien, encuestas recientes -incluso una encargada por la propia Presidencia de la República- indican que pudiera suceder lo impensable: que el PRI pierda no sólo el Estado de México en el 2017, sino la Presidencia en el 2018”.

¿Habrá Efecto Duarte?

Imposible, como lo advierte Loret de Mola, negar que la detención de Duarte, busca ganar unos puntos que serían claves para la elección de Alfredo del Mazo que se encuentra empantanada desde que arrancó la campaña en una zona de empate, según las encuestas.

El corazón de los electores es impenetrable como el del ser humano.  Nadie sabe si tomarán a sorna las críticas y al final darán una pizca de confianza a la medida, consiguiendo los puntos adicionales que necesita urgentemente Del Mazo para dar algo de certidumbre, sin ninguna garantía, de un triunfo.

El Presidente Peña Nieto, quizá con razón, increpó a sus críticos, a propósito de la detención de Duarte: “No hay chile que les embone. Si no los agarramos, porque no los agarramos; si los agarramos porque los agarramos”.

Y, de acuerdo al columnista de Excélsior, Francisco Garfías, en tono de enfado, señaló que: “El Peje ya hasta dijo que (Javier Duarte) es un chivo expiatorio”.

En esta atmósfera de escepticismo posicionar un mensaje de un genuino interés en el combate a la corrupción por parte de la administración de Peña Nieto, es una tarea titánica hasta por los más duchos en las redes sociales.

¿Habrá, entonces, un Efecto Duarte?

Por mi experiencia, no; o será mínimo.

El punto es simple y grave para el sistema. Está demasiado arraigada en la conciencia colectiva del mexicano la idea de que en nuestro país se imparte justicia a modo y campea a sus anchas la impunidad al son del sistema político. Casos sobran.

Es la percepción en un país donde suele – por desgracia- corresponder a la realidad.

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