Siguiendo con el tema tocado en la anterior columna y que  a falta de espacio nos convocó a seguir en continuidad, queda mucho aún por decir…

Inmersos en una sociedad  de doble moral donde es mejor visto  conectar a un ser humano a los diferentes aparatos que  en teoría alargarán su vida, ¿cuántas veces se puede incluso incurrir en un ilícito?

Ejemplos sobre las situaciones anteriores podemos traer a colación muchos,  si hacemos una retrospectiva quizá hasta podamos recordar más de un caso en nuestro entorno cercano. 

Tal vez saber cuáles serían los motivos reales y no imaginarios que nos llevan a caer en delitos o ser cómplices desafortunados de ellos nos puedan dar luz y librarnos de  actuar o para actuar en consecuencia.

Las leyes  bastante ambiguas en temas referentes a la palabra MUERTE,  y ni qué decir de EUTANASIA, nos han dejado a la zaga respecto al actuar jurídico en otras partes del planeta… en la columna anterior hacíamos referencia a Colombia y a Europa, desfasados con más de 20 años  respecto a las mismas leyes que se pretenden legislar en nuestro país.

En alguna otra columna anterior,  tocábamos el tema de los gametos, con aquellos grupos de ultra derecha, sobre todo,  que a decir verdad no se detenían al análisis profundo y solo pareciera, en apariencia,  se preocupaban por ciertas agendas de algunos grupos llamados “provida” https://www.sdpnoticias.com/nacional/2019/03/13/y-quienes-marchan-por-los-gametos

 De la misma manera sucede ahora, al parecer solo se toca por encimita, y como bien lo mencionamos en la parte primera de esta narrativa, no es ley nueva la iniciativa propuesta por el grupo parlamentario del PRD,   sólo llena de paja aquí y allá sin pretender algo más, o al menos así lo vislumbran quienes son los expertos en temas sobre DERECHO SANITARIO, DERECHO MÉDICO, y son estos mismos quienes nos dan un poco de luz en cada caso,  nos vienen a quitar la venda de los ojos al aclararnos como desde el 2008 ya está inscrita en la LEY GENERAL DE SALUD de nuestro país…

Este derecho incluye el rechazo de tratamientos y la limitación de esfuerzos terapéuticos; una persona puede decidir pedirle a su médico o familiar que le ayude a morir para que los sufrimientos no continúen, como lo vimos en días pasados en el dramático caso de:

“María José Carrasco, de 62 años, sufrió durante tres décadas fuertes dolores por una enfermedad y le suplicó a Ángel Hernández que la ayudara a morir…”

España, abril 2019…  mujer, enferma de fase terminal, muere a los 62 años un jueves en su casa con la ayuda de su esposo de 69.  María José carrasco dependía enteramente de los cuidados de él y su sufrimiento se agudizaba día a día, con el tiempo el sufrimiento insoportable la lleva a tomar la decisión y suplicar a su  esposo Ángel la ayude…

“¿Sigues con la idea de que quieres suicidarte?”, le pregunta Ángel en esa conversación grabada. “Sí”, se esfuerza en responder María José…

 ¿Cuáles  debieran ser  los derechos emanados de nuestra Carta Magna, los que indiquen que toda persona tiene y puede ejercer para morir dignamente? Hablando ahora de México,  ¿La LEY DE VOLUNTAD ANTICIPADA vigente ampara cada uno de estos o solo es un maquillaje adecuado al pensamiento corto de cierta parte de nuestra sociedad?

Como mujer tengo derecho a decidir sobre un feto antes de 12 semanas de gestación, pero no puedo decidir, escoger inclusive, si quiero morir dignamente y en cabal uso de mis facultades mentales?

¿Tienen derecho mis familiares a determinar el final de mi ciclo de vida,  sin experimentar la culpa que la sociedad demanda al decidir desconectar mi cuerpo inerte postrado en coma o con muerte cerebral?

¿Hasta dónde tiene deber el personal de salud, y los ciudadanos en exigir esos derechos?

¿En general, los médicos, las enfermeras y personal de cuidados hospitalarios siempre cumplen, y a veces con lo que se tropieza es con la negativa de algunas organizaciones de las que creó la Ley  para pagar esos servicios paliativos y que han llegado a convertirse en negocios fructíferos?

 Los médicos sabe muy bien cuándo llega ese momento y dispone de estos cuidados, o de los medios para realizar o no una muerte digna, aunque también existe LA OPOSICIÓN DE CONCIENCIA,  pero es necesario que, quienes están dispuestos a realizar el acto estén plenamente cubiertos por las instituciones, sobre todo en época de señalamientos sobre mala práctica médica.

¿Qué tan aceptables serían en México  el uso de otras prácticas, fuera de las tradicionales, para que la gente no tenga tanto dolor al morir? En el tratamiento del dolor se han obtenido progresos muy grandes en los años recientes,  según afirman los estudiosos del tema.

Es evidente que un campo de cuidado paliativo es el buen tratamiento del dolor, que se está haciendo prácticamente en todo el mundo, y que todo médico aprende o debe aprender y que se debe enseñar en las facultades de medicina y de enfermería.

Por otro lado, lo que pasa es que las prácticas que no son de medicina científica no siempre tienen los estupendos resultados que se pueden pregonar por la propaganda.

¿En qué se basan para defender prácticas como la aplicación de la eutanasia y que la gente acceda a ella como parte de estos derechos? 

Porque es bien sabido y en la misma iniciativa del PRD se lee entre líneas sobre la práctica de ayudar “al bien morir” en la clandestinidad…

Debiera formar parte de las opciones que la persona tiene cuando se acerca el momento de su muerte, pero morir dignamente no es solamente tener eutanasia, esa sólo es una de las formas; otras son, reitero, los cuidados paliativos y la limitación de esfuerzos terapéuticos.

Por otro lado y en un país con alto porcentaje de individuos religiosos…  para algunas personas el hecho de no querer recibir ciertos tratamientos aunque con ello sufran, porque creen que en su religión ese sufrimiento sirve… y  eso también puede ser morir dignamente, también es respetable.

Para una familia con un paciente del que los médicos dicen que ya no hay nada por hacerle, ¿qué se recomienda?

El médico dice: con esta persona ya no hay nada que hacer; y cuando esto ocurre queda todo lo demás para que los últimos días de la persona sean menos tortuosos y puedan transcurrir de una manera más humana, porque están hablando de derechos que no se pueden negar… Pero…

Como siempre Usted tiene la última palabra…