Quizás para la gran mayoría de la sociedad las compras de armamento resultan inútiles y hasta absurdas en un país con tantas necesidades prioritarias como México.

Más, desde el punto de vista estratégico existe un mecanismo por medio del cual la compra de material para Defensa y Seguridad puede coadyuvar al desarrollo económico y a la generación de empleos especializados: el Offset.

Un Offset básicamente es un sistema de compensación industrial por parte de las grandes empresas proveedoras de armamento que en muchos de los casos suelen ser compras mayores como aeronaves y buques, en cuyos contratos se comprometen a realizar inversión extranjera directa o a comprar productos locales del país que está adquiriendo sus tecnologías de defensa.

Existen en América Latina casos de éxito de Offsets, como en el caso de Brasil, quienes adquirieron a la Empresa Sueca Saab 36 aviones JAS-39 Gripen E/F para modernizar a la Fuerza Aérea Brasileña, a cambio de esa compra los suecos junto a sus socios brasileños se encuentran desarrollando más de 60 proyectos de compensación comercial por un monto de 9 billones de dólares, además de la entera transferencia de tecnología y el “Know How” a Brasil para la construcción de estos cazas en suelo carioca.

Entre las instituciones y empresas Brasileñas beneficiadas directamente por este acuerdo se encuentran: el Instituto Tecnológico de Aeronáutica (ITA), el Instituto de Fomento y Coordinación Industrial (IFI), el Instituto de Aeronáutica y Espacio (IAE), el Instituto de Estudios Avanzados (IEAv), la Empresa Brasileira de Aeronáutica (Embraer) y las empresas Atmos, AEL, Mectron Communications, Atech, Akaer y SAM.

Además en noviembre de 2016 se inauguró el Centro de Diseño y Desarrollo del Gripen (GDDN, Gripen Design and Development Network) en la planta de Embraer de Gavião Peixoto, en el interior del estado de São Paulo. El GDDN constituye el hub del desarrollo tecnológico del Gripen en Brasil. Actualmente trabajan en él unos 120 ingenieros, de los cuales 106 son brasileños y 14 suecos. Esa cifra podría llegar a los 280 ingenieros hasta el 2021, fecha en la que el primer Gripen Brasileño estará completamente operativo, después de los vuelos de prueba que empezaron el 26 de agosto del presente año.

En el caso de México, el país cuenta con una de las Industrias Aeronáuticas más fuertes del Continente, posicionándose como el sexto proveedor de partes aeroespaciales para Estados Unidos y ocupa el lugar número 12 a nivel mundial, según cifras oficiales.

Conforme datos de la Secretaría de Economía la industria aeroespacial mexicana se expandió 145% en los últimos diez años, y acumula una inversión extranjera directa de 2,700 millones de dólares (mdd) en el mismo periodo.

Tras la inauguración de la Feria Aeroespacial Mexicana (Famex) llevada a cabo entre el 24 al 27 de abril del presente año, la Secretaria Graciela Márquez Colín manifestó que el sector aeroespacial es parte clave de la estrategia sectorial prioritaria y uno de los sectores industriales con mayor potencial de crecimiento.

En comparación al otro Gigante Latinoamericano, Brasil, México actualmente no se encuentra inmerso en un plan de modernización de su Fuerza Aérea mediante la adquisición de cazas supersónicos, y, es más, no se ha escuchado ni siquiera la palabra “Offset” entre los desarrolladores de la Política Pública de Defensa y Seguridad, al menos no abiertamente.

Está claro que estratégicamente México no posee amenazas externas potenciales que amenacen su soberanía, por lo que la compra de cazas supersónicos de alta gama resultaría inverosímil.

Por otro lado conforme lo manifestado por el Presidente Andrés Manuel López Obrador en relación al cese de la guerra contra el narcotráfico, el Gobierno se centrará principalmente en otros frentes como por ejemplo: la lucha contra la evasión fiscal, la reducción de la pobreza y el combate a la corrupción.

Más cabe recalcar que las decisiones políticas suelen ser también cíclicas, y lo que necesita el país es fomentar la industria y la tecnología nacional, con mano de obra mexicana y personal cada vez mejor capacitado, para lo cual los Offset podrían surgir como una alternativa.

La Política y los Activos de Defensa se pueden reorientar así mismo dentro de acciones de ayuda y soporte a la comunidad, así por ejemplo en el monitoreo de desastres naturales como incendios forestales o terremotos, tal y como son usados los cazas F-16 Fighting Falcon de la Fuerza Aérea Chilena, los cuales tienen incorporados dispositivos opto electrónicos y de reconocimiento para este fin.

Para la toma de una decisión en este aspecto harán falta muchos estudios y sobre todo voluntad política, la misma que tiene ser soberana e independiente, sin descuidar la esfera de las relaciones bilaterales con el vecino del Norte: Estados Unidos.

Los Estados Unidos por medio del sistema Foreign Military Sales (FMS) buscan la venta de su tecnología de Defensa a todos los países del Globo, y México no es ajeno a esta realidad.

Muchas veces en la compra de material de Defensa pesa más la decisión política que la decisión técnica como es el caso de Rumania.

“Nos sorprende que el Consejo Supremo de Defensa busca la compra de F-16 norteamericanos usados, sin ningún tipo de compensación”, dijo Richard Smith, Director de Marketing de Saab para Rumania. “Estamos garantizando una compensación que traerá inversiones y creará decenas de miles de nuevos empleos. Estados Unidos no promete nada. En un período de crisis económica, esto es simplemente indignante”, agregó.

De esta forma se deja abierto el foro de discusión sobre los Offset, un tema muy interesante en seguir siendo investigado y analizado dentro de los sectores de Seguridad y Económico, ya que puede ser una posible solución a la dicotomía entre Desarrollo y Defensa, que como muchos piensan, “no van de la mano”.