Este pasado 19 de Febrero, el Ejército Mexicano celebró su 102 aniversario de existencia. Reconozco la labor de la milicia mexicana cuando lo amerita, de igual forma la critico cuando considero faltan a su compromiso con la comunidad.
Me tocó cubrir el evento conmemorativo correspondiente a la 45 zona militar acantonada en el noroeste de Sonora, en el municipio de San Luis Río Colorado.
La ceremonia fue protocolaria, con la presencia de autoridades de los 3 niveles de Gobierno y con diferentes sectores de la comunidad, como empresarios y líderes de asociaciones civiles.
Curiosamente iniciaron unos 20 minutos tarde, no cumpliendo con la famosa puntualidad militar. Ofrecieron el típico desayuno castrense; mucha fruta, huevos y frijoles, café dulce pero sin leche.
Para cerrar el evento tomó el micrófono el jefe de la plaza, el General Brigadier Cruz Isaac Muñoz Navarro.
Con una mala dicción, leyó un discurso donde ensalzó la valía de las fuerzas armadas. Entre otras cosas mencionó textualmente: ?Somos un ejército surgido del pueblo, para el pueblo y con el pueblo, con demostrada vocación de servicio e identificado plenamente con las demandas de la colectividad?.
Expresión que a mi ver podría ser cuestionada desde varios ángulos. Pero lo que llamó más mi atención fue cuando llegó a la parte del supuesto respeto a los Derechos Humanos.
Sobra mencionar que en México se han documentado en múltiples ocasiones las violaciones que ha cometido el Ejército en detrimento de los Derechos Universales. Desde la masacre estudiantil ocurrida en Tlatelolco, hasta el fusilamiento en Tlatlaya, por mencionar los casos más aberrantes.
Asimismo la CNDH ha compartido públicamente que es el Ejército Mexicano quien aglomera más quejas en su contra, muy por encima de las corporaciones policíacas. Por eso me llamó la atención que el General tocara el tema en su discurso.
Con aparente orgullo reveló que en los últimos 2 años, a nivel Nacional se han registrado 1543 denuncias ante la CNDH, bajando en un 40% respecto a los tiempos de Calderón.
Luego expresó que de los 1543 casos, únicamente 4 terminaron en recomendación. ¡Solamente 4! Y remató diciendo algo más o menos así: ?En total solo el 0.2% de los casos han terminado en recomendación de la CNDH, lo que demuestra que el Ejército Mexicano es respetuoso de los Derechos Humanos?.
Al momento percibí la cifra como una especie de burla. Si solo el insignificante 0.2% de los casos han terminado en sanción, es porque la CNDH no ha encontrado elementos o pruebas para emitir recomendaciones contra los acusados.
Es decir, la cifra no es baja por el actuar de las fuerzas armadas, es baja por la inoperancia de la CNDH. Porque las quejas existen, la cifra promedio de 2.1 denuncias diarias en el país no puede desestimarse.
Otro factor a considerar, es el hermetismo que siempre maneja el Ejército, por la supuesta naturaleza de su formación. No dudo ni un poquito, que varias de esas violaciones hayan sido consensuadas o incluso ordenadas por altos mandos. Y ahí ni cómo hacerle, pues los subordinados jamás delatarían a sus superiores.
Según un ex abogado que trabajó para Derechos Humanos, la SEDENA no suele interferir en las investigaciones, aparentemente ?facilitan? los procesos brindando nombres de todos los implicados, prestando reportes oficiales y accediendo a responder interrogatorios.
Lo cual simplemente no coincide con los números, al menos no para mí. Bajo ninguna circunstancia, por más optimistas que seamos con el actuar militar, solamente el 0.2% de las denuncias fueron justamente sancionadas. Lo que arrojaría como contraparte, que el 99.8% de los 1543 casos fueron inventados, falsos o inexistentes.
Es claro que el Ejército Mexicano prefiere encubrir y solapar antes que reconocer ante la opinión pública su falta de respeto por los Derechos Humanos. Mismos que cabe recalcar son irrevocables, inalienables, irrenunciables y universales, lo que significa que en México también tienen vigencia. Aunque a veces pareciera que en este país solo se toman en cuenta ?de dientes para afuera?.