Las tesis vertidas por el prominente tratadista de Derecho Penal Alemán Günther Jakobs, podrían arrojar implicaciones de enormes proporciones en relación con la causa que se sigue a la fecha ante la justicia a Emilio Lozoya Austin.

El elemento llamativo para la opinión pública, es que el referido tratadista ha desarrollado el principio de política criminal denominado “El Derecho Penal del enemigo,” bajo cuyo influjo, se habrían legislado entre nosotros las disposiciones especiales relativas al combate al crimen organizado, así como las disposiciones concernientes a la denominada justicia penal para adolescentes.

Los estudios que ha realizado sobre el carácter normativa de los delitos cometidos por omisión, o la imputabilidad a partir de los roles sociales desempeñados por los sujetos activos del delito, no revisten de tal sonoridad y espectacularidad; sin embargo, tanto las omisiones como el rol social que habrían desempeñado en el pasado cercano sujetos de especial relevancia en nuestra vida institucional, dotan al caso de Lozoya Austin de una especial importancia para el tejido institucional de la República.

Resulta a propósito por demás Interesante, el debate esgrimido entre los penalistas Günther Jakobs y Claus Roxin referente a determinar a los partícipes mediatos, inmediatos y coautores en la comisión de los delitos.

Claus Roxin refiere como a los guardias que custodiaban el muro de Berlín habrían sido sentenciados por disparar contra la población en su intento de fuga, sin que mediara la obediencia jerárquica como excluyente de responsabilidad.

Roxin se pregunta, a su vez, sobre los alcances de los hechos cotidianos de la vida, cuando en su desenvolvimiento derivan finalmente en la comisión de conductas delictivas, tal y como sería vender una herramienta de trabajo a un hombre que posteriormente perpetra el homicidio de un vecino.

 Ambos maestros de las ciencias penales, disciernen sobre las diferencias entre nociones filosóficas referentes a la culpabilidad de los sujetos, por un lado, y las necesidades prácticas de política criminal para determinar la coautoría de los delitos en el otro extremo de sus conclusiones.

Referencias conceptuales que nos obligan a escudriñar en lo más profundo del caso, atendiendo por principio de cuentas tanto a los diversos “roles sociales” que nos permitiesen determinar la imputabilidad en el caso de los diversos agentes que pudiesen resultar involucrados como dijeran los autores germanos en cuestión; como las autorías mediatas y coautorías, más allá de las acciones inmediatas que estuviesen en juego, tanto por acción como por omisión, entendiéndose esta última modalidad en su carácter normativa y no meramente fáctico, esto es, atendiendo a lo que dejaron de hacer los sujetos relacionados cuando en situaciones relacionadas al caso en las que el orden normativo hubiese exigido una acción diligente.

 El indiciado principal en la causa que nos ocupa, es hijo de Emilio Lozoya Thalman, quién conformó en sus juventudes con Manuel Camacho Solís, Carlos Salinas de Gortari, y José Francisco Ruiz Massieu, el grupo denominado "los toficos “, y sobrino del embajador Jorge Alberto Lozoya Legorreta, quien habría estado en Puebla al frente de proyectos culturales de monumental envergadura.

El primero de marzo del ya lejano año de 2017, el colectivo Opción Ciudadano difundió un comunicado de prensa en el que al efecto se dejaba asentado que : “Una vez que la Auditoría Superior de la Federación (ASF) incluyó en sus observaciones los casos del Museo Internacional del Barroco y  el frustrado de la zona arqueológica de Cholula, y de que en ambos ha figurado Jorge Alberto Lozoya Legorreta, pariente del actual director de PEMEX, el movimiento Opción Ciudadana demanda una investigación… sólo un consorcio con un poder económico como el de ODEBRECHT, pudo motivas que Moreno Valle se lanzase a un proyecto multimillonario en dólares, como el que implicaba el de la zona arqueológica de Cholula”.

Mediante Acuerdo de la Secretaría de la Función Pública, de fecha 31 de julio del 2013, se habría desincorporado del dominio patrimonial de la federación el Complejo Petroquímico “Pajaritos”, ubicado en el municipio Coatzacolacos, resultando la compañía “MEXICHEM” la beneficiaria del referido proceso de desincorporación.

 Connotados hombres de la vida pública y empresarial de México como lo son Antonio Del Valle Ruiz y su pariente Jaime Ruiz Sacristán compartirían asiento tanto en su consejo de administración como en su asamblea de accionistas de “MEXICHEM”, cuya participación en la elaboración de fertilizantes la emparenta en giro, al menos con la hoy controvertida compañía Altos Hornos de México

Otro de los primos de Antonio Del Valle Ruiz, dicho sea como mero comentario al margen, estaría casado de tiempo atrás con la hija de un mando de los servicios británicos de espionaje, los siempre célebres y famosos Mi5 y Mi6, y otro, estuvo en algún tiempo emparentado con el otrora senador por Puebla Javier Lozano, gran degustador de la alta cultura como el propio Jorge Alberto Lozoya Legorreta.

De más está decir que el procedimiento de desincorporación en cuestión se llevó a cabo con antelación a que la denominada “reforma energética” hubiese sido siquiera presentada a la consideración del congreso, por lo que en clara contravención de las disposiciones constitucionales en vigor en su momento.

En el desfalco sufrido por PEMEX han salido en fechas recientes a relucir apellidos como Lozoya y Trawitz, curiosamente personajes con los mismos apellidos habrían estado en fechas recientes al frente de las áreas concernientes a la cultura en el gobierno de Puebla.

Jakobs y Roxin podrían dilucidar la eventual imputabilidad conforme a los “roles sociales” despeñados por los promotores de la cultura en Puebla en la causa que se sigue a Emilio Lozoya Austin, o, a su vez, en caso de presentarse la incursión delictiva por omisión ante las exigencias del orden legal vigente, dada una eventual participación mediata, o en coautoría ya que, claro está. Según sabemos al momento, por supuesto que no habría ninguna acción directa imputable a quien tan sólo gusta de la cultura, el arte y de la poesía.