Los derechos de los particulares son derechos de los ciudadanos, son garantías individuales y son derechos humanos y políticos. Si son violados los derechos constitucionales por una disposición secundaria, los derechos constitucionales estarían por encima de esos derechos secundarios. Bajo esa lógica la Suprema Corte de Justicia de la Nación ?SCJN-, basada en esos derechos individuales, dejó firme el amparo o amparos que interpusieron 4 ciudadanos para cultivar y consumir mariguana en sus domicilios. Solo por su calidad de ciudadanos tendrán ese derecho, lo que en consecuencia lo hace difundible al resto de la población.

En esa lógica, hace algunas semanas, el Jefe de Gobierno Miguel Ángel Mancera, siendo empático con una decisión similar de la SCJN concediendo el amparo a unos particulares, eliminó la prohibición de una parte del programa Hoy no circula, específicamente para autos anteriores a 2007, decisión con la que no estuve de acuerdo aludiendo en parte a la jurisprudencia ya habida sobre dicho programa de gobierno del DF.

En esta ocasión, mediante acuerdo emitido unas semanas después de autorizado el programa, el jefe Mancera difundió los derechos otorgados a los particulares amparantes, permitiendo así la circulación de todo el parque vehicular aludido, con la condición de que el auto-cumpla con la calcomanía 0, es decir, con la calidad y cantidad requeridas de emisiones en los centros de verificación correspondientes. Situación que por lo demás, se presta mucho a practicar uno de los deportes nacionales: soborno, cochupo, fraude, mordida, moches y demás estilos que propicia esta versátil actividad nacional. No hablemos del impacto en toda la ciudad y sus diversos componentes, entre ellos pues, el de Movilidad.

Quizá son temas poco afines los autos y la mariguana, pero aquí el punto es el procedimiento y el espíritu que rige en las decisiones tomadas por el máximo órgano de gobierno del poder judicial, de quien sabemos siempre tiene la última palabra. Sin embargo, lo importante aquí es el sentimiento de la Corte de hacer justicia en ambos casos, tanto así, que la bondad de la decisión en el primer caso estimuló al Jefe de Gobierno a difundir ese derecho al resto de los autos anteriores a 2007 (léase bien, estamos hablando de vehículos, no de seres humanos).

Dadas las semejanzas en las decisiones de la SCJN, el tratamiento con la mariguana por parte del poder ejecutivo no tendría por qué ser distinto, más que en lo relacionado a los niveles y órdenes de gobierno. Es decir, el sentimiento adoptado por el jefe de gobierno para con (los dueños de) los vehículos, lo podría ejercer el gobierno federal con la mariguana y los ciudadanos que quieran ejercer ese libre derecho (por respeto, dijo la Corte).

Y bueno, supongo que es competencia federal el tema de la planta, la prohibición y el combate han sido siempre competencia federal de leyes e instituciones. O bien, como nuestros vecinos del norte ¿son libres y soberanos los estados para ejercer esta decisión? Así lo han sido los asuntos del aborto y las sociedades en convivencia. Si es el caso, ya veo al GDF siendo ?vanguardia? y laboratorio en la despenalización de la mariguana. Alguien decía que había que respetar la división de poderes. A lo mejor a esta división se refería.

Sin duda es un asunto muy espinoso y complejo el que tenemos en frente, sociedad y gobierno tienen que prepararse para el impacto, y no me refiero al impacto en la salud, sino al impacto económico, donde quizá están las causas de su despenalización. Es claro que el gobierno, el poder ejecutivo, los demás poderes, tienen que dar una respuesta en breve a la decisión tomada por la Corte, de lo contrario, no es difícil prever que se venga una avalancha de amparos de un buen sector de la población, situación que, por lo demás, podría ser una excelente medida de presión para que se defina el gobierno, los gobiernos.