Hasta que se resuelva su situación migratoria, miles de migrantes centroamericanos y unos más de origen africano, están en la frontera de México con Estados Unidos mientras las autoridades de las barras y las estrellas analizan y deciden a quienes sí aceptarán como nuevos integrantes de su comunidad norteamericana. Mientras tanto en el río Suchiate que divide a los aztecas de chapines, las Fuerzas Militares, del presidente Andrés Manuel López Obrador, neutralizaron una nueva caravana de indocumentados que pretendía llegar hasta el país gobernado por Donald Trump.

Cuentan algunos conocedores de la historia que según en la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados, firmado en Ginebra, Suiza, en 1951, surgió el concepto de “Tercer país seguro”, y según los conceptos en resumida explicación refieren que todo aquel ciudadano que abandone su país de origen para intentar recibir asilo en otra nación, y ésta se niegue a recibirlo y/o lo remita a otro que pueda ofrecerle una mejor calidad de vida; al último en quedarse con el exiliado, se le denomina tercer país seguro.

Aunque oficialmente México no es ningún “tercer país seguro” de nadie, tampoco es una soberanía disminuida ante ningún presidente extranjero, y tampoco se hace nada que no dicte el presidente de los mexicanos. Parece que en la Cuarta Transformación, por fin alguien entendió que la nación no está preparada para recibir a cientos de migrantes centroamericanos, y mucho menos para brindarles atención médica, empleo, progreso y estabilidad económica como ellos pretenden al salir de sus países de nacimiento.

Por eso en un operativo realizado este inicio de semana, cientos de personas que intentaban ingresar a México desde Guatemala, fueron frenadas por la Guardia Nacional, luego de que la Secretaría de Gobernación, ordenó no transitar en caravana por territorio mexicano hasta los Estados Unidos, solicitó un ingreso ordenado, regulado y seguro, pero no acataron la instrucción del Gobierno Mexicano, propiciando un enfrentamiento entre los extranjeros, la Guardia Nacional y efectivos de la Secretaría de Marina Armada de México. Finalmente algunos lograron internarse en territorio nacional.