Este año, la Auditoria Superior de la Federación (ASF) entregó la revisión de la Cuenta Pública 2018 o, lo que es lo mismo, un dictamen sobre cómo se gastó el dinero que otorga la Federación a las entidades de la República.

A recordar

√ 2018 fue año de elecciones, por lo que uno podría suponer que mucho dinero salió de los estados para “financiar” campañas.

√ Nueve estados eligieron gobernador en el 2018. Doble tentación para “usar” el dinero federal en gastos fuera de los programable.

√ En el 2018 ningún estado era gobernado por Morena.

√ El dinero otorgado por la Federación estaba destinado a ciertos fondos determinados; estos eran manejados por los gobiernos estatales, NO por los delegados federales.

√ La ASF, si bien es un órgano técnico especializado, con autonomía técnica y de gestión, depende de la Cámara de Diputados. El legislativo es multipartidista en principio, pero su comportamiento más bien depende de la conformación misma del Congreso.

Algunos números

Lo ideal sería que ninguno de los programas auditados resultaran con observaciones, lo que significaría que no se detectaron ningún tipo de malos manejos, corruptelas o sobrecostos en las adquisiciones.

Esto aún no sucede en todas las entidades federativas, mas sí existe una tendencia donde el porcentaje de observaciones ha tendido a disminuir. Esto es, la tendencia es a mejorar cada vez más en el uso de los recursos.

√ Los estados con menor cantidad de observaciones recibidas en el 2018 fueron dos: Sinaloa y Sonora con el 0.1% (ni siquiera un 1%).

√ 5.7% es el promedio nacional del indicador del monto observado sobre muestra auditada.

√ Existen 5 estados que tienen más del 10% auditado, llevándose la mayor rechifla Nayarit con el 22%.

√ 22 entidades federativas se encuentran por debajo del promedio nacional.

√ 10 entidades están por arriba del promedio y son las que lo elevan tanto.

√ No es una cuestión de tamaño de la entidad o del monto que reciben: se trata estrictamente de que los gobiernos usen o no de forma correcta el dinero.

√ No existe un patrón por partido político que indique que algunos sean “mejores” o “peores” en la transparencia y en el buen uso de los recursos.

4 años de Claudia; 1 de Quirino

El gobierno de Sonora encabezado por la otra Claudia Pavlovich se ha ubicado entre los diez estados con menor número de observaciones en sus cuentas públicas de 2016, 2017 y 2018. Por su parte, Sinaloa con Quirino Ordaz ya como gobernador es la primera vez no tuvo ninguna observación en materia de montos por parte de la ASF. Logró comprobar el 99.9% de lo auditado. ¿De cuánto estamos hablando? De 11 mil 436 millones de pesos por fondos federales.

El 0.1% fueron recomendaciones para mejorar el control interno de todo el dinero en cuestión.

Una auditoria con tan pocas observaciones es el reflejo de mayores beneficios para la ciudadanía, donde no existe daño patrimonial al estado y es muestra inequívoca de cero tolerancia al cochupo. Lo deben de tener claro los funcionarios de Sinaloa: los actos de corrupción son castigados. Así lo ha dicho el gobernador Quirino Ordaz; ha hecho cumplir la ley.

Ejemplos a seguir

Ambos gobernadores deberían ser ejemplo a seguir, pues el destinar los fondos de forma íntegra para lo que fueron creados ayuda a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. Más allá del gobierno federal, la forma de llevar los recursos y presentar cuentas sobre ellos se basó en la decisión y compromiso de los gobernadores con sus gobernados y eso es lo único que debería primar.

¿Podemos imaginarnos que el dinero de nuestros impuestos sea utilizado de forma correcta? En el 99.9% de las ocasiones eso es lo que sucedió en Sinaloa y Sonora.

En esta época donde tantas cosas son malas noticias, es bueno saber que en ciertos estados los fondos federales se usan de forma correcta y que, sin hacer mucha alharaca, se disminuye la corrupción de forma efectiva.