Mucha falta está haciendo a autoridades de la CDMX e incluso a expertos en el tema de la ahora llamada Movilidad, antes Vialidad y Transporte, análisis e interpretaciones del problema urbano como lo hace AndreGorz y en su momento, IvanIllich.

El concepto de "bien de lujo" no es entendido a pesar de que Gorz lo explica con peras y manzanas. Esta visión del problema y esta conceptualización del automóvil está ausente en los estudios y opiniones que se han estado vertiendo con motivo de la reformulación del programa Hoy no circula y las alertas de contingencia ambiental.

Las opiniones se están cargando hacia el problema de la contaminación sin considerar el de la movilidad, lo cual es grave ya que se omite una de sus causas principales en el incremento de emisiones a la atmósfera.

La conclusión es la misma y así ha sido entendido en otros países aplicando medidas de restricción vehicular. El diseño del programa Hoy no circula puede tener efectos contradictorios, pero no podrá ser mejorado sino se enfoca a restringir la circulación del los vehículos.

Yo les aseguro que un vehículo desafinado contamina menos que un vehículo verificado si el primero recorre la misma distancia en 10 minutos que el segundo en una hora. Hay que atender el problema de la movilidad si queremos combatir el problema de la contaminación.

Ahora bien, tengamos cuidado al comparar cualquier otro tipo de transporte con el automóvil, ya que estos representan el 80% o más de los vehículos en circulación y sólo mueven al 20% de la población o menos. No los podemos comparar con un camión o los autos de los funcionarios porque en proporción no significan nada junto a los autos particulares.

En efecto, un camión contamina más que un auto, pero en el contexto de la CDMX eso no significa nada. Son los autos particulares los que están colapsando a la ciudad, eso debe de estar claro y no lo está, ni en quienes promueven las políticas de restricción vehicular, ni en los que se oponen de manera visceral o retardataria a dichas medidas.

Por supuesto que hay que mejorar el transporte colectivo, pero mientras tanto algo tenemos qué hacer para que la gente deje de usar el coche e impedirles la circulación, de hecho, la falta de restricción al transporte individual (autos particulares, taxis, uber, cavify) inhibe la generación de proyectos de transporte colectivo.

Por lo demás, eso de promover medidas específicas para que los autos de los funcionarios no circulen, o peor aún, camiones y vehículos oficiales, lo considero vil populismo de derecha, si, de derecha.