En el año de 2002 se inició la exhibición de uno de los documentales más relevantes de los que la humanidad haya tenido oportunidad de presenciar, Bowling for Columbine, conocida en México como Masacre en Columbine del director norteamericano Michael Moore. Este film logra encontrar muchas respuestas a los lamentables fenómenos ocurridos en los Estados Unidos de América en donde niños o adolescentes asesinaron a compañeros de clase o escuela, muy particularmente la ocurrida el 20 de abril de 1999 en el Instituto Columbine.

Cinta de culto que logró muchos premios internacionales de cine, pero relevantemente, a mi muy particular punto de vista, dos cuestiones dignas de resaltar. La primera que inaugura toda una nueva escuela de periodismo que busca no solamente encontrar respuestas a los fenómenos sociales, sino que genere acciones directas (como actores que inciden directamente en el fenómeno) para contrarrestar o erradicar dichos eventos, obvio, apoyado en metodologías científicas.

Segunda, es un análisis sublime desde la perspectiva de la teoría del consumo, aunque lo que desarrolla Moore es una nueva teoría del miedo, el fondo de dicha interpretación es el consumo y no cae en el error recurrente de muchos teóricos de señalar al consumo como un producto del sistema capitalista.

Según Michael Moore los hechos ocurridos en el High School de Columbine en el año de 1999 en donde dos estudiantes asesinaron a 12 de sus compañeros y un profesor (sin ser específicos en la cantidad de heridos), después de tener cautiva practicante a la totalidad de la comunidad de la escuela por muchos minutos y descargar cualquier cantidad de cientos de municiones con armas de alto poder, tienen por un lado su origen ontológico en la constitución de la nación norteamericana.

Para Moore, los peregrinos que llegaron a colonizar las nuevas tierras, iban huyendo de la persecución, o sea, tenían miedo de otros habitantes del Reino Unido. Al llegar a la tierra prometida estos peregrinos se encontraron con los nativos originales, les dio más miedo y los mataron. Posterior a eso vino el movimiento de independencia de las 13 colonias americanas y el conflicto bélico con los ingleses, al resultar ganadores y expulsar a los ingleses, quedaba el miedo de que regresaran, y entonces establecieron en su constitución una enmienda en donde se permitía a todos tener armas para defenderse en caso de que los ingleses regresaran.

En un episodio animado de no más de cinco minutos que viene incluido en el documental, Moore encuentra una más que coherente línea de sucesos originados por el miedo que provoca un sobreconsumo o una práctica consumista desmedida por portar armas por los norteamericanos, pero para el director el verdadero detonante de las masacres es el miedo y no el consumo de armas.

Paralelamente a demostrar histórica, coherente y metodológicamente (científicamente) su teoría va tocando otros tópicos a los cuales se les pudiera achacar el incidente de la matanza cometida en la preparatoria - o sea la tradicional búsqueda de chivos expiatorios -, por ejemplo, acude a entrevistar al rock star Marilyn Manson, a quien se le involucró en el incidente, asegurando que los estudiantes que perpetraron el atentado estaban influenciados con su música, dicha afirmación es derribada inteligentemente por Moore y el “reverendo” Brian Hugh Warner.

Dinamita la teoría de que el desempleo que imperaba en la zona de Michigan y Detroit pudiera ser una de las causas para generar una psicosis en los jóvenes y/o un elevado índice de delitos y homicidios. Es demoledor al hacer notar que la pérdida de valores producto de la altísima tasa de divorcios tendría que ver con una formación equivocada de niños y adolescentes pudiera ser el común denominador, no, aunque parezca increíble la familia como célula fundamental social no tiene el carácter clave en estos hechos. También descarta el alto contenido de violencia y estupidez de los programas de televisión estadounidenses, reality shows, noticieros y demás entes retacados de nota roja.

Tampoco se debe a la desatención de los padres a sus hijos por tener que trabajar en distantes zonas de alta concentración de empleos, comercios (o sea lugares con altos índices de consumo) o industrias, sin mencionar la precaria remuneración que reciben incluso por tener uno o más trabajos.

Por medio de comparativos con otras zonas aledañas a los eventos mencionados, Michael Moore hace más que sostenible su teoría del miedo. Ejemplo. En aquel momento en Estados Unidos la tasa por homicidios cometidos por armas de fuego era superior a los 11,000 fenómenos y cruza esta estadística con el consumo desmedido de armas y los alicientes consumistas para sobre consumir no solo este tipo de artefactos sino las municiones, o sea, las balas. Demuestra innegablemente que no se debe al simple consumo cuando hace notar que Canadá con una población de 11 millones de personas, existían la nada comprensible cantidad de 7 millones de armas ocupadas por sus habitantes, una cantidad superior a la que ocupan los estadounidenses si tomamos en consideración su población.

Moore detecta que el fenómeno de la preparatoria en Columbine se presenta en otros lados – lamentablemente se seguiría presentando -, y pone el ejemplo del desgraciado hecho de un niño de 6 años que mata en el salón de clases a una de sus compañeritas.

En el documental la pregunta de por qué cometieron estos actos los adolescentes o niños no se contesta. Moore encuentra una explicación racional y científica del fenómeno del consumo de armas derivada de una reproducción cultural que tiene como común denominador el miedo en el cual se sustentó y se construyó la nación norteamericana, prueba de esa reproducción cultural se simboliza en la histórica institución conocida como LA ASOCIACIÓN NACIONAL DEL RIFLE. Moore no descarta totalmente todos los factores señalados anteriormente como causas probables, solo los redimensiona y ubica correctamente.

Michael Moore logra con Bowling for Columbine no solamente el reconocimiento cinematográfico mundial, también el poner en el centro del debate la regulación del consumo de armas en Estados Unidos, la sublimación de su teoría del miedo y el maravilloso logro de hacer que la cadena de tiendas K Mart – el símil en México a lo que conocemos como OXXO – dejara de vender municiones para cualquier tipo de armas en el vecino y amigo país del norte.

Quince años después a la exhibición de este histórico documental, en México desgraciadamente hemos vivido este brutal fenómeno cuando el pasado 18 de enero en la ciudad de Monterrey, Nuevo León, un estudiante del Colegio Americano atentó contra sus compañeros, maestra y él mismo.

¿Se puede negar que en los últimos 10 años producto de una “guerra contra el narcotráfico” el consumo de armas y los homicidios cometidos rebasen por mucho la cifra de 11,000 por año? ¿Se puede negar que el índice de divorcios y de familias desintegradas está por los cielos? ¿Se puede negar que los padres de familia atienden cada vez menos a sus hijos por tener que trabajar más para ganar menos o insignificantes cantidades de dinero? ¿Se puede negar que en nuestro país muchos medios de comunicación están retacados de estupidez y nota roja? ¿Se puede negar que durante noviembre y diciembre de 2016 se estuvo bajo una excesiva carga de información en torno al “peligro” que significaba Donald Trump y los hechos violentos producto de un infame gasolinazo?

¿No son todas estas cuestiones formas de consumo o consumismo? Desgraciadamente el destino nos alcanzó cuando no somos una sociedad de consumo desarrollada, pero sucedió en la más avanzada sociedad de consumo del país.

Paradójicamente lo sucedido en el Colegio Americano de Monterrey comprueba la teoría expuesta por Michael Moore en Bowling for Columbine pero no detonada por el miedo, sino por el consumismo. El problema con el documental de Moore es que indagó histórica y estadísticamente en el miedo, de haber indagado histórica y estadísticamente en el consumo y el consumismo, habría encontrado las respuestas que ahora vemos y son innegables.

¿Cómo estos jóvenes o niños llegan al punto de cometer estos actos?

Qué coincidencias, es con otro documental mexicano inspirado en la obra de Michael Moore en donde encontramos más información y evidencias para poder contestar esa pregunta y entonces sí poder comenzar a prevenir estos fatídicos eventos. Se los presentó con las conclusiones en la próxima entrega.