Érase una vez una niña sueca llamada Greta, que harta de ver lo que los mayores le estaban haciendo al mundo, decidió no quedarse ni sentada ni callada, y se convirtió en una muy dinámica activista en eso de exigir a los gobiernos que hagan algo para enfrentar el Cambio Climático.

“Tengan miedo”, les decía, “no queremos que hablen, sino que actúen”... “Escuchen y hagan caso a los científicos”...

Entre sus muchas acciones, Greta Thunberg decidió iniciar una huelga escolar semanal, que con el lema de #FridaysForFuture, ha ido creciendo, repitiéndose cada viernes en un número cada vez mayor de ciudades a lo largo y ancho del mundo, y congregando cada vez un mayor número de asistentes.

Van ya 39 semanas de esa huelga juvenil que cada día se hace más fuerte.

Y así un buen día, gracias entre otras cosas a esas magias del Internet, que permiten globalizarlo todo en cuestión de minutos, esa Revolución Verde llegó a México, y si bien es cierto que no tengo claro cuántos niños y jóvenes mexicanos hubieran participado en la Huelga Escolar del Viernes pasado, el hecho es que ninguno pudo hacerlo debido precisamente a que esa contaminación con que Greta está peleando, obligó a suspender clases.

Los indicadores se fueron por encima de los límites permitidos, provocando que al gobierno de la Ciudad de México no le quedara otra opción que declarar una Contingencia Escolar y suspender en consecuencia toda actividad escolar.

Todo suma, una serie de incendios que asolaban y en algunos casos siguen asolando varias regiones del país, la falta de vientos y de lluvias... Pero todo suma al hecho incuestionable de que pareciera que estamos haciendo todo lo necesario para acabar con este pobre mundo.

Y ojo, que aunque el problema es mundial, para hacerle frente hay que empezar por reconocer lo que en cada lugar se está haciendo mal, y, sobre todo, tomar acciones dirigidas a corregir el rumbo.

Claro que lo hemos hecho mal en nuestro país... Leyendas hay de los problemas de la Ciudad de México, que poco a poco se empezaron a repetir en las zonas metropolitanas de Guadalajara y Monterrey, que junto con el Valle de México, conforman el selecto grupo de las tres mayores zonas urbanas del país.

Tres zonas metropolitanas que por derecho propio podemos llamar manchas urbanas, y que aun a pesar de las muchas cosas positivas que indudablemente tienen, compiten también en contaminación, tráfico y mal uso del suelo y sus recursos naturales.

Pero de pronto, la semana pasada nos encontramos con que los altos niveles de contaminación también se hicieron presentes en ciudades como Toluca, Puebla y la Pachuca de los célebres vientos, que, sin embargo, no bastaron para limpiar su contaminado cielo.

En cada uno de sus muchos mensajes y sin importar la audiencia, Greta, cuya foto es portada de esta semana en la influyente revista TIME, insiste en que dejemos de decir Cambio Climático, para llamar lo que está pasando como lo que verdaderamente es, una enorme Crisis Climática.

Muchos ya lo están (estamos) haciendo, y apenas la semana pasada el periódico inglés, The Guardian, tomó la decisión de recoger para usar en su línea editorial el concepto de Crisis Climática.

Hace unas semanas ya hubo un primer llamado para globalizar y hacer crecer esta Huelga en favor del Planeta, y que ahora es secundado por otro llamado convocando a una nueva Huelga Mundial para este próximo viernes 24 de mayo.

Estoy seguro de que esta vez habrá cientos de miles de personas en estas manifestaciones

Esperamos que si la contaminación lo permite, esta vez haya muchos jóvenes mexicanos sumándose a este movimiento.

Movimiento que es probable que represente la causa más importante de esta generación.

No se trata de politizar la causa, pero sí hay que decir que esto se trata de exigir a los gobernantes que tomen acciones serias, bien sustentadas, suficientes y oportunas, en favor del medio ambiente.

Acciones que impliquen renovar paradigmas, para dejar archivadas prácticas que alguna vez pudieron ser viables, pero que ya no caben en el proceso de construir ese futuro por el que pelean los jóvenes.

Esta revolución verde implica asumir la protección del Planeta como absoluta prioridad. Implica cambiar modelos de planeación económica, territorial y urbana...

Implica cambiar modelos de transporte y una apuesta absoluta por energías limpias.

Implica, desde luego, escuchar y hacer caso a lo que digan los especialistas...

La verdad no estoy seguro de cuántos jóvenes lleguen este viernes a la 1 de la tarde al Ángel de la Independencia, o a los lugares que se hayan dispuesto en otras ciudades del país, lo que sí sé, es que no podemos dejarlos solos...

Se trata de exigir y de actuar... De crear consciencia y traducir esta nueva forma de ver las cosas en acciones.

¡Venga pues! Convenzámonos de la validez de la causa y salgamos a dar la pelea por el Planeta.

Horacio Urbano es presidente fundador de Centro Urbano, think tank especializado en temas inmobiliarios y urbanos

Correo electrónico: hurbano@centrourbano.com

Twitter: @horacio_urbano