Las mujeres son hoy parte, esencia y elementos centrales en la construcción de la democracia, nadie puede negar que su participación y sus definiciones inciden en las decisiones que se toman en diversos asuntos temas regionales, nacionales o mundiales, sus opiniones las expresan desde campos de opinión y de acuerdo a sus convicciones o respondiendo a intereses generales.

Hoy sabemos que hablar con mujeres en el salón de clases, en la asamblea o en la empresa, implica asumir que es un intercambio de ideas posibles y comunes o de disidencias reales.

La mujer es parte activa de la vida cotidiana.

Hay retos que deben asumirse, así lo han hecho ya, desde la izquierda dos mujeres que están en el escenario público y en el debate cotidiano, ambas tienen ante sí un compromiso y han elaborado diagnóstico y programa, saben de qué hablan y conocen a la gente, pero sobre todo entienden los reclamos de los tiempos actuales y su contacto con diversos sectores sociales les ha permitido allegarse de herramientas y apoyos que son fundamentales para gobernar y al mismo tiempo para reflexionar.

Las exigencias de la sociedad que habita en las grandes urbes o convive en las zonas metropolitanas son tan importantes de resolver como complicadas para atender y por ello las políticas públicas deben ajustarse a micro regiones o zonas habitacionales, ya no se hable de barrios y centros históricos. Ahí está el detalle.

Claudia Sheinbaum Pardo y Paola Migoya Velázquez tienen orígenes y trayectorias distintas, pero hoy se encuentran dando la batalla para gobernar dos de las ciudades más importantes de México, la primera aspira a darle una convivencia digna y recuperar democracia y libertades en la capital del país, la gran Ciudad de México y la segunda busca recuperar en todos los sentidos la vida digna y la esperanza para quienes viven en la ciudad de Puebla. Dos retos, dos realidades, pero también problemas que se asemejan y que además se interrelacionan en la zona centro del país con otras ciudades.

Claudia y Paola enfrentan ya la posibilidad de que desde esa perspectiva de género apliquen las estrategias y tácticas para ganar el futuro. Lo deben hacer.

Claudia, es licenciada en física, así como maestra y doctora en ingeniería energética, egresada de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la conocí como parte de una generación que combinamos teoría y práctica, activista del Consejo Estudiantil Universitario (CEU), junto a otros amigos comunes y de varias facultades defendimos nuestras ideas y el derecho a la educación, cabe señalar que en esa etapa contamos con la valiosa aportación de académicos destacados y maestros eméritos de nuestra máxima casa de estudios, al mismo tiempo nos involucramos en la política con organizaciones sociales y políticas sin dejar de lado el estudio, la academia o el trabajo. Claudia siempre ha sido - y es- un motor que imprime ritmo a todas las actividades en las que se compromete, así lo ha hecho en la defensa del medio ambiente, en Tlalpan, en su definición sobre la CDMX y en Morena. Claudia es una mujer que trabaja, explica y convence, tiene todo para que la capital del país recupere rumbo y la rescate de los que traicionaron principios y a compañeros de convicciones. Debe hacerlo.

Paola es una mujer inteligente, directa y combativa, dice las cosas que piensa sin medias tintas y se asume como parte del proyecto de Morena y de combate frontal a la injusticia y la búsqueda de alternativas posibles, pero también ha señalado que en estos momentos ya no se puede estar aprendiendo a gobernar y que la violencia es insostenible en la ciudad de Puebla.

Vinculada a Morena desde 2006 y cercana a Alfonso Romo y a Esteban Moctezuma, no niega su paso por diversas áreas de la administración pública o su paso por el senado en tareas de análisis y elaboración de proyectos, pero también es una mujer cercana a integrantes del CEN y lleva una excelente relación con su actual presidenta, Yeidckol Polenvsky, al mismo tiempo que colabora en el Proyecto Nacional Alternativo y define ya sus prioridades para Puebla, que son aquellas que deben ofrecer una recuperación de una vida digna para los poblanos, combatir la corrupción del PAN y recuperar las fortalezas de la gran ciudad, al mismo tiempo que establecer un plan de trabajo que obliga a trabajar con gran compromiso y estar pendiente de la seguridad las 24 horas, introduciendo innovaciones, capacitando y apoyando a la policía para que sirva a la gente. Paola Migoya, también sabe de la extrema desigualdad y la pobreza, hay ya en su mente las ideas para enfrentar los que venga.

Reflexiones. Está claro que no puedo dejar de atender mi trabajo profesional y mi despacho de consultoría política y económica o la elaboración de proyectos, pero desde aquí quiero agradecer a mi gran Equipo de Proyecto Nacional Ciudadano y a mis amigos de la izquierda, que desde lugares varios se han multiplicado para impulsar el cambio de régimen. Lo hacemos juntos, unidos y con convicción de que sí se puede. Mujeres y hombres nos hemos dado la mano y aportado lo poco o mucho que tenemos para sacar a los corruptos que actualmente mal gobiernan a nuestro querido México. ¡Hasta pronto!

Correo: norbertoamaya21@gmail.com