No hay plazo que no se cumpla ni fecha que no se venza, reza el dicho popular y el próximo domingo 25 de septiembre rendirá protesta como gobernador Constitucional del Quintana Roo, quien fuera hasta hace tres meses el llamado candidato de la alternancia.

 El todavía gobernador electo tiene la tarea de gobernar la entidad en el aroma de la exigencia y la textura de la rapidez, a la ciudadanía poco o nada le importa la cifra de la deuda o los cuantiosos gastos de los que tanto se habla, lo que piden es radicalizar.

 La campaña dejó muchas heridas y algunas de ellas siguen abiertas para los que llegan y para los que se quedaron en el intento, pero todos son ciudadanos que tienen necesidades y demandas, gobernar para rojos, azules, verdes e indefinidos.

 Ya lo mencionábamos anteriormente Quienes eligieron la opción de un cambio y quienes no lo pidieron pero hoy lo exigirán no sólo esperan gobernantes iluminados sino perfectos quienes no únicamente piensen ni hablen sino ejecuten, realicen y construyan sin descanso casi sin dormir, sin comer, que termine una obra cuando ya está iniciando la siguiente. Las buenas intenciones se terminaron.

El próximo ejecutivo del Estado tiene el deber de llegar a construir y hacerle saber a su equipo que no es destruir la ya lacerada sociedad quintanarroense, sin importar partidos políticos y con la certeza de que gobernará para todos, porque la entidad requiere de unidad y suma de esfuerzos.

 Hay un sector importante de la sociedad que no lo eligió y adolece de inquietud y apego, a ellos la futura administración tiene el deber de ganarse la confianza y precisar que en este nuevo gobierno tienen un aliado sin el ánimo de cacería de brujas.

 Los ciudadanos tienen el derecho de recibir información precisa respecto a las condiciones en las que se recibe el gobierno pero no solo de lo no hecho o hecho mal, no hay que prestarse al juego de las especulaciones y destacando lo positivo y lo que tiene futuro.

 Este llamado gobierno del cambio no debe significar un obstáculo para el crecimiento de muchos quintanarroenses que tienen una ideología partidista distinta pero que en mucho y de manera positiva contribuyen al crecimiento del Estado.

El ser “diferentes” consiste en ser incluyentes y con la disposición de trabajar de la mano para que sean los quintanarroenses los que ganen si de verdad existe civilidad política porque la ley no debe usarse para revanchas políticas, no hay tiempo.

 EN EL OJO DEL HURACÁN

 Cuánto silencio oscila sobre los nombres y apellidos de quienes conformarán el gabinete legal y ampliado del gobierno que está el próximo domingo por tomar las riendas de la entidad.

 En tres meses se han generado un sinfín de listas con nombres de conocidos y desconocidos, algunos de ellos con desesperación por ser incluidos hasta pidieron el favor para que su nombre corriera entre los favorecidos.

 Como quiniela o papeleta del bingo han circulado nombres y más de quiénes podrían integrar el próximo gabinete. En redes sociales prácticamente se han tirado las apuestas para ver cuál de esas propuestas es la acertada.

 En pocas horas sabremos de quién se conforma y de qué está hecho el equipo que acompañará al gobernador entrante, cuántas posiciones para el PAN-PRD-PRI y demás partidos si son de casa, recién llegados a Quintana Roo y cuántos de ellos se disponen a echar raíces sobre todo en Chetumal y darle el lugar a la capital quintanarroense que tanto reclaman sus habitantes.

LO QUE LAS COPETUDAS CUENTAN

 Y ya todo listo para la verbena popular el próximo domingo en la explanada de la bandera en donde se ha dispuesto una imponente y costosa estructura para que la llamada “fiesta del pueblo” departa con quienes serán sus autoridades a partir de ese día.

 Lo que genera curiosidad es si las copetudas invitadas entre funcionarias, políticas, empresarias, amigas, esposas de los invitados especiales irán a departir en tremendo tacón del número 14, eso sí Prada, Loubotin o similares, utilizando su bolsa tipo –sobre- Fendi como plato desechable para asentar la orden de tacos de cochinita, relleno negro y lechón que ahí se servirán.

 Lo mismo los caballeros si están dispuestos a chorrear con el bochorno el ajuar CH o Hermés y que les pisotee la multitud los Ferragamo o hasta los Vuitton.

 ¿Será que acaso les llegará la sencillez y se pondrán en chancla popular de Ticul o Duramil de plástico amarilloso que fue transparente para reservar la percha para el privado convivio de la tarde? COMO DIJERA LA TIA JOVITA: Para ser Torero hay que parecerlo.