Nunca olvidaré aquel lunes 24 de febrero del 2014 cuando previo al evento del Día de la Bandera en el Comité Ejecutivo Nacional del PRI, Don Gustavo Carvajal Moreno me informó que me integraría a la Conferencia Permanente de Partidos Político en América Latina y el Caribe (COPPPAL) como Secretario Técnico.
A lo largo de estos días he leído muchos artículos sobre la formación política, académica e internacional del Licenciado Carvajal, pero en ninguno de ellos he leído sobre el gran ser humano que fue, la escuela política que formó en base a trabajo y lealtad (cosa que pocos conocen hoy en día en el medio) y el tremendo legado que deja para quienes nos dedicamos al quehacer político.
Existe un artículo escrito el 26 de diciembre del 2012 por Luis Velázquez y del cual me siento orgulloso por haber formado parte de la escuela política de Don Gustavo Carvajal Moreno titulado “El primer priísta honesto” donde coincido en que fue un político que “caminó por el lodo, sin jamás, nunca, salpicarse ni quedar embarrado en los zapatos”.
Como político tuvo una carrera impecable y exitosa siendo dos veces Diputado Federal, Senador de la República, subsecretario del Trabajo, Secretario de la Reforma Agraria, Director General de CAPUFE, TABAMEX, BANOBRAS, y ocupó el cargo en el que muchas veces coincidimos es de los más importantes para un político, Presidente Nacional del PRI, sin duda un verdadero político de estado, impulsor de carreras políticas, fiel aliado de los jóvenes y visionario latinoamericano que en todo momento aportó al desarrollo de los pueblos en América Latina y el Caribe a través de la gran conferencia política que fundó, la COPPPAL.
Gustavo Carvajal Moreno fue un hombre coherente con sus ideas durante toda su vida, es un personaje que ha dejado una profunda e imborrable huella en la política mexicana siempre comprometido con las causas populares y solidario con la lucha por la democracia, la justicia y la paz en Latinoamérica.
Cómo olvidar que en El Salvador fue precursor de la Declaración Franco-Americana, en Guatemala el impulso de acciones que garantizaron la vida de decenas de miles de indígenas y campesinos huyendo de las acciones de genocidio que el Alto Mando del Ejército implementó a inicio de los años 80 encontrando refugio, protección y apoyo en territorio mexicano, en Paraguay Gustavo Carvajal siguió de cerca la lucha histórica del pueblo paraguayo para alcanzar su liberación, acompañó el gobierno progresista de Fernando Lugo en 2012 y también manifestó su desazón ante el golpe parlamentario sufrido ese mismo año, se identificó con la Revolución Cubana donde además cosechó una gran amistad con el Comandante Fidel Castro, fue promotor activo de los procesos de pacificación en Centroamérica y Colombia con las FARC junto a su gran amigo Manuel Marulanda.
Muchas historias podemos contar sobre Gustavo Carvajal Moreno, las que él nos platicaba sobre su formación, vida y profesión o las que vivimos a su lado.
Mucho he escuchado sobre el famoso “legado” que deja Gustavo Carvajal Moreno, lo que debemos aprender es a imitar personajes con calidad humana, de lucha, con vocación de servicio y profundo amor a la profesión.
Vivimos en todo el mundo tiempos políticos llenos de corrupción, de abusos de autoridad, de mucha simulación y poco trabajo por eso es que tenemos un medio tanto poco respetado y carente de credibilidad.
Invito a quienes disfrutamos de hacer política todos los días a poner en práctica el legado de Don Gustavo Carvajal, un legado que consiste en trabajar mucho, prometer poco y cumplir todo para así ser recordados como él, por sus grandes contribuciones al mundo y como gran ser humano.
Gustavo Carvajal nos ha dicho adiós de manera física, sus ideales y su lucha continúan latentes.
¡Descanse en paz Don Gus!
