Los medios y redes sociales lo anunciaban:

─ ¡Apareció Javier Duarte!

─ ¡Duarte fue arrestado en el municipio de Panajachel , Guatemala!

─ ¡Lo tenemos!

Después de que López Dóriga cometiera el error de confundir a el ex gobernador de Veracruz, Javier Duarte, con otras personas que se encontraban dentro de un restaurante en Whistler, Canadá, por la noche del día siguiente, sucedía su captura en el hotel “La Riviera de Atitlán”, Guatemala, gracias a la ayuda de los elementos de la Interpol y la PNC (Policía Nacional Civil) de aquel país.

En un momento, mi escepticismo cruzó por mi mente y no podía creer que en menos de una semana dos prófugos de la “justicia”, Yarrington en Italia y Javier en Guatemala, el gobierno mexicano había logrado su cometido. De Yarrington podía pensarlo de buena fe, pero de Javier Duarte se me hacía ya poco creíble y de mucha coincidencia.

A mes y medio de la próxima elección en el Estado de México, la popularidad del candidato del PRI a la gubernatura, Alfredo del Mazo Tercero, auxiliado por la “candidata sombra”, Josefina Vázquez Mota del PAN, las encuestas no le dan a Alfredo Del Mazo la certidumbre ni tampoco un claro margen de triunfo para el primo tercero de Peña Nieto.

Todo tiene un origen y un propósito desde que Andrés Manuel López Obrador intuía en abril de 2016 (y publicado en la revista Proceso) de que el ex presidente Carlos Salinas de Gortari se quería adueñar de Veracruz por medio de Yunes Linares; dando a entender que la alianza (no en boleta electoral) si no en estrategia entre el “candidato sombra” del PRI y el del PAN , unían fuerzas  en contra de Cuitláhuac García Jiménez candidato de Morena a la gubernatura de Veracruz. Al PRI ya no le alcanzaba, porque Javier Duarte había dañado la imagen de ese partido en el Estado de Veracruz y necesitaban recurrir a una negociación electoral. Por eso tomó la decisión de hacerla por “candidato sombra”, pues la oposición (MORENA) amagaba con arrebatarle la elección.

Tal pareciera que el “candidato sombra” del PRI, Héctor Yunes Landa , y el  candidato del PAN, Miguel Ángel Yunes Linares , compartían elementos en común: ser de la misma familia y su ADN priista ¿Realmente hubo distanciamiento político o discrepancia de ideas? Lo dudo, no  importaba el triunfo de cualquiera con tal de evitar el triunfo de la oposición. En el Estado de México está sucediendo algo similar.

Los dimes y diretes entre López Obrador y Miguel Ángel Yunes se enfrascaron a principios del presente año cuando Obrador en una visita por Veracruz llamó corrupto a Yunes y este contestó con llamarlo autoritario y desequilibrado mental; amagando con mostrar a los medios informativos un audio como prueba de que lo involucraba por andar recibiendo de Duarte dos millones y medio de pesos mensuales.

Más adelante, Yunes presentó ante la Fiscalía General del Estado una demanda en contra de Duarte por presunto enriquecimiento ilícito y daño patrimonial a las arcas del Estado. Además,  intervino en instancias federales como la propia PGR.  Ante la captura de Duarte en Guatemala, Yunes salió pavoneándose y hasta con vítores agradecía el esfuerzo también de Peña Nieto bajo la promesa de haberles cumplido a los veracruzanos. Hasta aquí todo suena bonito o, ¿no?

Ante este escenario, surgen algunas dudas, la primera, el Padre Alejandro Solalinde avisó desde octubre del año pasado ante la PGR de que Javier Duarte se encontraba escondido en el rancho de su suegro, Villa Flores, Chiapas, y que posteriormente, en noviembre de ese mismo año volvió a denunciar que habían encontrado, en el Aeropuerto de Tapachula, a un hombre con pasaportes falsos y que coincidían con el rostro de Javier Duarte y de su esposa Karime Macías ¿Por qué la “autoridad” no actuó en ese momento? ¿Lo supo y le facilitó la fuga el gobernador Velasco? ¿Qué aerolínea comercial lo hizo o fue por medio de un viaje privado y facilitado por quién?

Segundo punto, sí habían encontrado una libreta clave en una bodega ubicada en Córdoba, Veracruz, que detallaba grandes movimientos y registros de dinero realizados por su esposa ¿Por qué Yunes no demandó también a la Sra. Karime como prueba de que la haría cómplice en el desvío de fondos públicos?   

Tercer punto,  las autoridades guatemaltecas ya sabían de la ubicación de la Familia Duarte y no actuaban porque la PGR no se lo había demandado, eso lo dijo la Fiscal del país centroamericano  ¿Por qué tardó la PGR tantos meses (seis) sin solicitar su captura?   

Cuarto punto, la captura de Duarte ya hizo eco en la elección del Estado de México, tan es así que la “candidata sombra” del PAN, más Diego Fernández de Ceballos (el acérrimo rival del peje) y dúo Salinas-Yunes están uniendo fuerzas para injuriar a López Obrador ¿coincidencia?

Quinto punto, Josefina Vázquez Mota, la “candidata sombra” ha sido financiada desde el año pasado por el gobierno de Peña Nieto, donde supuestamente recibió  26.1 millones de dólares, cito:

“Tan solo en 2015, las organizaciones que están detrás de Juntos Podemos recibieron del gobierno federal 26.1 millones de dólares, equivalentes a 414 millones de pesos. Y en 2016 fueron 486 millones de pesos lo que se les puso a su disposición.

Es decir, la puntera del PAN en las encuestas rumbo a la elección del 2017 en el Estado de México es financiada –con cientos de millones de pesos– en sus actividades promigrantes por un gobierno surgido del partido que nunca ha perdido la gubernatura en esa entidad: el PRI”.

(04-10/2016, El Financiero: Salvador Camarena)

Como lo dijo el señor presidente Peña Nieto: “no hay chile que les embone”, yo diría que mejor se sentará un ratito y calme su desesperación por tratar de mantener al Estado de la inseguridad, feminicidios y los secuestros. Durante ocho décadas, el Estado de México no se ha transformado como algunos otros Estados, ejemplo, Querétaro, Aguascalientes o Nuevo León.

El Estado de México parece un pueblo, un rancho, no hay infraestructura excepto en la zona metropolitana y eso contando los  servicios privados, como las vías de cuota que representan negocios de la clase política mexiquense, y párale de contar.

A mí no me embona nada señor presidente, y a ustedes, ¿sí?

Se aceptan mentadas y sugerencias.