En diez días se cumplen dos años de la lamentable desaparición de los 43 estudiantes de la Normal de Ayotzinapa. La mañana del 27 de septiembre de 2014, nadie podía aún dimensionar lo que este hecho significaría para México, y no sólo para el Gobierno del país, para toda la sociedad en su conjunto.

Este hecho cambió el rumbo de México. Desde el principio el Gobierno Federal trató de darle celeridad al caso, así lo ordenó el presidente Enrique Peña Nieto, tres meses después la Procuraduría General de la República presentó la famosa “verdad histórica”.

Tomás Zerón al frente de la Agencia de Investigación Criminal de la PGR, se le consideró como el creador de la hipótesis de que los normalistas fueron incinerados en el basurero de Cocula, versión que ha sido desmentida en varias ocasiones, la más reiterativa es la del perito peruano José Luis Torero.

Finalmente Tomás Zerón renunció a su cargo, pero debido a su trayectoria, el gobierno de la República le dio un nuevo nombramiento en el Consejo Nacional de Seguridad Pública. Pero no a todos les gustó este ajuste.

Para el director del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, Mario Patrón, el nombramiento de Tomás Zerón como consejero técnico del Consejo parece el preludio de una absolución por los supuestos errores durante la investigación del caso Ayotzinapa.

Patrón precisó que la intención de los padres de los normalistas al demandar la salida de Tomás Zerón era "blindar la investigación de cualquier sesgo confirmatorio de la teoría del caso", así como “indagar sobre otras líneas de investigación".

Lo que olvida señalar Mario Patrón es que gracias a la politización del caso de los 43 estudiantes desaparecidos, la investigación del caso se desvirtuó. A casi dos años de tan lamentable suceso, algunos políticos, grupos y organizaciones civiles se colgaron del caso para sacar tajada política.

Este hecho es innegable y como claros ejemplos del oportunismo  tenemos al Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes y el caso del ya exsecretario ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Emilio Álvarez Icaza.

También olvidan mencionar que Tomás Zerón no sólo ha investigado el caso de Ayotzinapa. En su columna de ayer en El Universal, el periodista Carlos Loret de Mola nos relata un caso de éxito del licenciado en Administración Industrial por el Instituto Politécnico Nacional.

EN TIEMPO REAL:

1.- Hoy tomó posesión del gobierno del estado de Durango, el expriista José Rosas Aispuro. El nuevo gobernador ganó abanderado por el panismo de Ricardo Anaya Cortes, quien acudió a la toma de protesta con toda la intención de resaltar el triunfo, de igual forma estuvo presente Marko Cortés.

Ya veremos si este mismo entusiasmo demuestra, sobre todo Anaya Cortes, cuando  tengan que ajustar cuentas a los exgobernadores Eugenio Hernández, de Tamaulipas;  y el saliente de Durango, Jorge Herrera Caldera.

2.- Muchas mentiras dijo el alcalde de Acapulco, Evodio Velázquez en su Primer Informe: inversiones fantasmas que el Congreso de Guerrero debe investigar, como lo es en agua, urbanización y ¡seguridad!, esta palabra suena rara en un municipio que este año llegó a la cifra de más de un asesinato diario.

3.- En la Secretaría de Hacienda no hay un discurso convincente sobre los recortes al presupuesto del próximo año. Su nuevo titular será el primero en acudir a los diputados federales como parte de la glosa del informe. Seguramente será cuestionado y enfrentado por algunos legisladores.