El actual secretario de Gobernación de San Luis Potosí, Alejandro Leal Tovías, es uno de los hombres más poderosos del gobierno de Juan Manuel Carreras; juntos están construyendo al candidato que los sucederá en el poder.

Obviamente Leal Tovías, conocido como Caco, es una de las opciones.

Sin embargo, el secretario no es potosino de nacimiento y tampoco sus padres, así que no tiene posibilidades legales de ser candidato a gobernador porque la Constitución se lo prohíbe.

Entonces, por ello tienen preparado un segundo plan: se trata de Juan Ramiro Robledo, conectado por todos lados con el presidente  Andrés Manuel López Obrador.

Originario de la capital potosina, Robledo estudió leyes al principio de la década de 1970 y fue secretario de la Universidad Autónoma de San Luis. Su padre fue diputado federal por el PRI, partido con el que Robledo simpatizó desde 1970 y al que se afilió cinco años después, pero abandonó la militancia priísta en 2003, cuando quiso ser candidato a gobernador pero no resultó favorecido en la selección interna.

Sobre la lucha interna, Juan Ramiro siempre ha dicho que hubo una intromisión desaseada y grosera por parte de Fernando Silva Nieto, entonces gobernador priísta, y de Horacio Sánchez Unzueta, su antecesor, que rompieron las reglas e impusieron a Luis García Julián, pero el destino le tenía al PRI una derrota preparada con la victoria del PAN de la mano de Marcelo de los Santos.

Ahora está claro que si Juan Ramiro Robledo es candidato, será por Morena, no por el tricolor reducido hoy a tercera fuerza política en el Estado.

Pero el ex gobernador Horacio Sánchez Unzueta, su compañero de partido pero a la vez enemigo histórico, tiene dos opciones, el alcalde capitalino panista Xavier Nava Palacios y Adrián Esper Cárdenas, presidente municipal de Valles.

Y aquí hay un punto que se debe tomar en cuenta, la influencia del canciller Marcelo Ebrard para favorecer o imponer al candidato de Morena a la gubernatura potosina, esto debido a la corriente camachista en la que se formó y que tiene influencias en territorio potosino.

Los potosinos cercanos al camachismo son los exgobernadores Fernando Silva Nieto y Horacio Sánchez Unzueta.

El alcalde capitalino Xavier Nava sería la apuesta principal de Horacio, por la condición de independiente lo mismo puede ser candidato de Morena o del PRI o el PAN, o de estos dos últimos en una alianza pragmática, se formaría un gran polo opositor si fracasa un arreglo con AMLO.

Otra de las opciones es el súper delegado Gabino Morales, quien ya cuenta con muchos enemigos que le atestan duros golpes cada que pueden, pero López Obrador cada que visita SLP lo ha defendido y calificado de “intrigas” los señalamientos que se le hacen. Algunos dicen que las grillas en su contra, son orquestadas por el ex gobernador Sánchez Unzueta y el senador Primo Dothé Mata.

Y finalmente está el excoordinador de los diputados federales del PRD, Ricardo Gallardo, quien anunció su salida del partido luego de 17 años de militancia, hace algunos meses. Y manifestó –no públicamente- sus intenciones de unirse a Morena, pero al también empresario no lo quieren ni a nivel local y menos federal.

Gallardo es hijo de Ricardo Gallardo Juárez, dueño de Grupo Gallardo y presidente municipal de Soledad en el periodo 2009-2012.

Ya fue presidente municipal de Soledad, cargo al cual solicitó licencia para contender por la gubernatura de San Luis Potosí bajo las siglas del PRD. En ese momento se dio a conocer una investigación iniciada en su contra bajo la causa penal y fue detenido por la PGR, la cual dio a conocer que poseía objetos de gran valor como un violín, valuado en más de 5 millones de pesos.

Fue acusado de diversos delitos como delincuencia organizada y recursos con procedencia ilícita, y por ende no pudo contender por la gubernatura, fue liberado tras permanecer 11 meses en prisión al no lograr acreditarse los delitos en su contra.

Con ese curricular ahora sabemos por qué AMLO no está dispuesto a jugársela, no para esta 4T y sus ambiciosos planes.