Josefina Vázquez Mota, del PAN, llegó sin puntería y sin balas al debate. Ni para qué hablar acerca de que no existe, o no se lo prestó Felipe Calderón, el famoso misil con el que, se supone, el gobierno federal puede destruir a Enrique Peña Nieto, del PRI y del Partido Verde.

 

Andrés Manuel López Obrador, como siempre, se vio apasionado y convincente. Brilló por lo que es: un luchador social que jamás dejará de insistir en que el principal problema de México es el de la corrupción.

 

Enrique Peña Nieto sorprendió al círculo rojo, el de los políticos y periodistas, que lo consideraba incapaz de debatir. No solo respondió a los ataques, que fueron muchos, de Vázquez Mota y López Obrador, sino que atacó a la candidata del PAN y al candidato del PRD, PT y Movimiento Ciudadano.

 

Gabriel Quadri. Lo dije en Twitter mientras debatían, este fue la clásica caca de perico, la que ni huele ni jiede.

 

Eso es lo que vi en el debate.